parte única

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Hace una semana, en Rostov, Rusia.

12:30 A.M

El chico de claros cabellos y mirada encantadora no había pasado una buena noche, se había despertado antes del amanecer por los constantes golpeteos a su puerta, en la cual se encontraba su mejor amigo, que le llamaba por la simple causa de avisarle que hoy, 15 de julio se llevaría acabo una excursión con todos sus compañeros, un pequeño grupo de mercenarios a cargo de Phoenix, su líder. Después de ese suceso el menor de todo el grupo no había podido dormir nuevamente por lo cual se dedicó a escribir en su cuaderno de poesías lo que parecía ser un pensamiento o más bien un recuerdo disfrazado.

"Sentí las chispas de aceite caliente en mis brazos, chamusqueado los vellos de dicha área y quemando está, dejándome con un horrible dolor del cual no podía quejarme, solo podía soportarlo al igual que la paliza que me daría mi padre por no sazonar bien la carne o parecerme más de lo que debiera a mamá, la vida con este señor era una tortura diaria pero aún así, con todos los maltratos físicos, psicólogicos y domésticos que recibía no me atrevía o no tenía el valor de abandonar a mi viejo padre, que solo necesitaba la atención de su único hijo" al terminar de escribir se había dado cuenta que sus bellos ojos verdes azulados estaban hechos un mal de lágrimas, era demasiado dolor el que había tenido que soportar el adolescente de 16 años. Su mejor amigo, que aún permanecía en la casa del menor estaba observándolo hasta que decidió acercarse a el cuando considero a el y consolarlo. Así pasaron la mayor parte del mejor día del menor, siendo consentido por su mejor amigo, haciendo las cosas que le gustaban y olvidando un poco sus temores.

Llegó la noche y el grupo de 7 chicos se encontraba observando las estrellas pensado en que les esperaba en el futuro mientras el único peligris apoyaba su cabeza en el hombro del de cabellos castaños oscuros. Las estrellas brillaban tal cual dos esferas en busca de maravillar a sus espectadores, los cuales se encontraban embobados en sus distintos amores, encantados por la vista que tenían. Los labios del menor portaban una sonrisa dulce, nunca hubiera imaginado que el podría ser feliz, simplemente en su cabeza no cabía que tenía un fantástico grupo de amigos que lo apoyaba en sus decisiones, estaba a punto de hablar cuando escucho el ruido de una bala sonar no tan lejos de él lugar en el cual se encontraban poniendo al grupo alerta que rápidamente saco cada uno sus armas, preparándose para lo que sea que estuviera por venir.

Tan entusiasmados estaban que no se dieron cuenta que cierto peli-castaño retrocedía, apretando su pistola mientras sentía el pavor correr por sus venas, los había traicionado con una mafia enemiga que le había propuesto cierta cantidad de dinero a cambio de sus amigos, de su mejor amigo, aquel que estropeaba todas las misiones de dicho grupo enemigo. Levantó el arma apuntando a un lado de la cabeza del menor y disparó raspando levemente su cabello y ocasionando una cortada, el chico miro hacia atrás al igual que sus compañeros, mirando incrédulos al chico de mirada café que aún sostenía el arma contra su menor amigo.

-Lo siento mucho, enserio, pero no pueden hacer nada para detenernos..-Su voz salió un tono más ronca que lo habitual, como si tuviera algo que le impidiera hablar con normalidad, carraspeó al notar el cambio y continuo hablando, divisando cómo un grupo de hombres en negro acorralaban a aquellos que llamó amigos menos a uno...- Espero que puedan perdonar está falta de mi parte pero realmente, ya no importa, lo hecho hecho esta.

Los demás chicos no habían cambiado sus facciones molestas e impactadas aún cuando los habían tomado fuertemente del brazo a cada uno, simplemente no podían creer como el, justamente el los había podido traicionar sin razones aparentes. El traidor se acercó al rubio y acarició sus mejillas delgadas con posesividad, observando sus orbes verdes azulados con amor puro antes de golpearlo con el mango de su arma dejándolo inconsciente.

Al despertar, hace unas horas se vio encerrado en una celda de barrotes gruesos y poca ventilación, acompañado de sus compañeros, los cuales le pusieron un poco al día de la situación. Una hora le tomo darse cuenta que su mejor amigo lo había traicionado, los habia vendido al mejor precio sin importarle nada más que el dinero que adquiriría después de eso lo llevaron a una habitación, justo en la cual estaba ahora, arrodillado delante de el, con sus ojos prendidos en llamas sin preocuparle la pistola que tenía en su frente y sien.

Porque?- dijo con voz carente de emociónes- te di mi confianza, mi respeto, te entregué todo en bandeja de plata, es acaso que fue muy blando y te deje entrar más de lo necesario? Fue eso o el hecho de enamorame de ti hasta el punto de decir que te amaba? ¡¡ANDA, RESPONDE HIJO DE PU...!!

-No continuó por el golpe que le fue proporcionado en su rostro con un látigo que su amor tenía alzado frente a él, no le tomo miedo, eso sería inaceptable para el aun sabiendo que lo matarían el cualquier momento, necesitaba respuestas que solo el tenia.

Porque? Me estas jodiendo?- su voz temblo de la ira contenida hasta que lo tocaron, volteo la mirada observando a su preciosa novia advirtiéndole que se Calmará, le hizo caso y respiro para continuar.....- no me importas, Jimin, tu amor no me importa, tus amigos mucho menos, me das asco y pena por aún creer que te corresponderé, yo te odio.

-Dicho esto le quitó el candado a la pistola y con el arma cargada le miró, antes de disparar escuchando su última palabra antes de caer al frío suelo, muerto.

-Te amo, Jeon jungkook.




No es lo mejor del mundo, lo se, pero espero que le guste. Es mi primer escrito y bueno me costó mucho subirlo pues sentía vergüenza.

Si esto llega a al menos 10 vistas subiré otro que tengo en mente, por si las moscas iré escribiéndolo

Se despide, monny 🎭

I can't believe~ Park Jimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora