Coloco pausa a la película que estaba viendo y me levanto por el insistente sonido de llamada de mi teléfono.
¿Marinette? ¿Por qué llamaría?
Me fijo la hora y le contesto de inmediato.
− Hola princesa, son las nueve de la noche. ¿Te encuentras bien? –
Escucho unos leves sollozos al otro lado de la línea.
− ¿Mari? −ahora sí estoy preocupado.
− ¿Me puedes abrir? Estoy afuera de tu depa −cuelgo y voy casi corriendo a la entrada de mi departamento.
− ¿Otra vez llorando, Mari? −es lo primero que le digo cuando abro la puerta de mi departamento.
Los ojitos preciosos de Marinette, que se encuentran hinchados y un poco rojos, remueve más mi corazón. Escucharla sollozar por teléfono es una cosa, pero verla tan destrozada en mi puerta me parte el corazón.
Mi princesa, mi pobre princesa.
− ¿Puedo quedarme a dormir? −caigo en cuenta que lleva un maletín deportivo consigo. Asiento y me hago un lado para que pase al departamento− Muchas gracias, Luka.
Ella rompe en llanto ni bien cierro la puerta con su pestillo.
Se me contrae el corazón escucharla y verla así. Le doy la vuelta y la abrazo mientras que ella oculta su rostro en mi playera.
− ¿Por qué soy tan estúpida? −dice entre sollozos todavía ocultando su rostro− ¿Por qué creí que lo nuestro iba a funcionar?
Está así por su relación amorosa que tiene con Adrien.
− Vamos a la sala, Mari −agarro sus manos que sostienen con fuerza su maletín para que ella me lo entregue, logrando mi cometido e incluso sostenerlas para guiarla hasta la sala− Ponte cómoda Mari. ¿A quién le has avisado que estarías aquí?
− A Alya y a Chloé −susurra bajito mientras se suelta de mi agarre y se dirige al sofá. Se hace bolita al instante que se sienta, ocultando la mitad de su rostro con mi almohada de Jagged Stone, que por cierto es un regalo hecho por ella.
− Te prepararé algo caliente y dejaré tu maletín en mi habitación. Siéntete como en tu casa −ella solo asiente y termina de ocultar su rostro en mi almohada.
Paso primero por mi habitación para dejar la pertenencia de Mari en mi cama y levantar unas cuantas camisetas y pantalones (e incluso ropa interior) del suelo.
Ahora se ve algo decente. Nota mental: empezar a arreglar la habitación todos los días.
Salgo de este y me voy directo a la cocina. Escucho de fondo el sonido de inicio de Netflix.
Creo que también haré algo para picar.
Coloco agua en el hervidor eléctrico y lo hago funcionar. Abro mi refrigerador para ver que comestible se puede comer.
Manzanas, peras y kiwis, ¿eh? ¿Tal vez unas brochetas de frutas? Segunda nota mental: Realizar con suma urgencia las compras.
− Espero que haya palomitas de maíz en las despensas −murmuro mientras cruzo los dedos con una mano y con la otra abro el gabinete donde debería estar su respectivo recipiente− ¡Si hay! Lucky me.
− ¿Todo bien Luka? −escucho la voz de Mari, un poco apagada.
− Si nena, tranquila. Espérame un ratito, por favor.
Manos a la obra.
[...]
Decido apagar el televisor ni bien termina el tercer capítulo de la serie mexicana "La Casa de las Flores".
− ¡Luka! ¿por qué haces eso? −protesta dedicándome un lindo puchero y una mirada enojada− Uno más, por favor.
Sus maravillosos ojos azules hacen que me pierda un momento y estaba a punto de acceder, otra vez. Niego con la cabeza un tanto divertido.
− No volveré a caer, Mari −le agarro sus pequeñas pero maravillosas manos de artista− Dígame, señorita Dupain-Cheng, la grandiosa diseñadora de Paris, ¿qué es lo que la pone tan mal?
Mi princesa suelta una risita y me golpea suavemente el hombro por mi exagerada (pero cierta) presentación. Ella suelta un largo suspiro y su rostro divertido cambia a uno melancólico, para luego apoyar su cuerpo en el brazo del sofá.
− No creo que pueda seguir mintiéndome con mi −se suelta de mi agarre y hace comillas con sus dedos- "relación" con Adrien.
− Princesa, no digas esas cosas. Ustedes dos se aman mucho y −ella me corta colocando su dedo índice en mis labios.
− No sigas porque eso es mentira −se separa de mí y suelta un suspiro largo− Lo vi besarse con Lila Rossi y ese beso se estaba volviendo -traga saliva y se hace bolita, ocultando su rostro en sus piernas− caliente.
Adrien es uno de mis mejores amigos. Le he ayudado para que se diera cuenta de que gustaba de Marinette, viendo a mi princesa ser feliz con el chico que amaba. Adrien como agradecimiento, y disculpas supongo, me proporciona ayuda en lo que es vestuarios y patrocinadores para la banda en la que estoy.
Pero esto ya no te lo perdono, Adrien.
Le toco los pies para llamar su atención. Ella levanto su rostro y rápidamente agarro este.
Sus hermosas gemas azules me muestra lo confundida que está. Limpio el rastro de lágrimas con mis pulgares.
- Ay Mari -pego mi frente a la de ella- Me molesta demasiado verte así, tan frágil, cuando tu me has demostrado lo fuerte que eres -rozo nuestras narices haciendo que ella se sonroje y suelte una risita nerviosa- ¿Crees que estaría mal si hacemos que el pruebe de su propia medicina?
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💜💙El que persevera, triunfa💙💜 LUKANETTE - Miraculous Ladybug Oneshot
FanfictionLos personajes son mayores de edad. *Los personajes mencionados en este oneshot le corresponde en su totalidad a Thomas Astruc.* Historia hecha por @Ilen-chan