La tarde estaba perfecta, el ambiente fiestero se podía percibir a distancia, al igual que el sentimiento de felicidad y alegría.
Los tres chicos iban de un lugar a otro por la habitación del menor, mientras que dos de ellos terminaban de ponerse sus atuendos, el mayor arreglaba su cabello tratando de dejarlo lo más suave que podía.
− ¿Ya están listos? − Preguntó el mayor de los tres mientras quitaba uno de sus cabellos que tenía en la frente para acomodarlo a un lado. − Tenemos que llegar cinco minutos antes, no después.
− Yo ya estoy listo, Jin Hyung, Jimin aún está indeciso − El mayor alzó una ceja en duda y el menor respondiendo a su gesto silencioso encogió sus hombros. El rubio se dirigió hacia en cuarto de ropa, donde el rubio se encontra peinándose de distintas manera, resoplando ante cada uno de los peinados.
− ¡Por qué no puedo verme bien! − Exclamó, exasperado, mientras que con su mano izquierda revolcaba sus cabellos.
− Dios mío... − Agarrándolo por los hombros y girándolo poco amablemente, quedando frente a frente, comenzó a peinar sus cabellos delicadamente y con concentración y detenimiento. − Listo. − Sus manos pasaron a los grandes y esponjosos cachetes de su dongsaeng apretandolos
− ¡No, Hyung! − Con un manotazo quitó las manos del mayor, haciendo un tierno puchero con sus, aún más, esponjosos labios
− ¿Ya nos podemos ir? − Alzó una ceja mientras que en sus belfos mantenía su agradable sonrisa.
El menor cambiando su expresión de forma radical, lo miró expectante a algo y asintió. Ambos salieron del cuarto y se encontraron al dueño del mismo mirando la ventana, mientras que con sus dientes mordía su labio inferior.
− Jungkook, ¿Qué haces, eh?
− Nada.. Sólo, nada − Habló girándose violentamente mientras sonreía, o trataba de hacerlo, naturalmente. − ¿Ya nos vamos? − Cambió de tema, los mayores ignorando la actitud de su dongsaeng asintieron tomando sus abrigos.
Los chicos cuando salieron del pequeño, pero cómodo apartamento; comenzaron a caminar hacía el lugar donde tenían planeado pasar una de sus mejores noches.
A sólo unas pocas cuadras del tan elegante lugar, la música ya se comenzaba a escuchar, lejana, pero fuerte y clara. Los chicos sonrieron más contentos y esperanzados de que se iban a divertir como nunca.
− ¡Con esa música podría bailar hasta con el diablo! − Musitó Jimin mientras ensanchaba su sonrisa y formando unas líneas con sus ojos, sus dos acompañantes lo miraron sorprendidos por la blasfemia que había dicho.
− ¡Dios mío! ¡No vaya a ser que se te aparezca! − Comentó el mayor mientras su expresión de a poco volvía a ser la misma.
− SeokJin Hyung tiene razón, Jimin, no vuelvas a decir esa estupidez. − Junto con el mayor se santiguaron, a excepción de Jimin ue simplemente blanqueó los ojos en burla.
− Ay ya, sólo estaba jugando. − Los dos compañeros del grisáceo, murmuraron algo pero volvieron a la normalidad cuando tuvieron a la vista el gran salon de fiestas, donde ya ansiaban bailar hasta, por decirlo, morir.
Los tres entraron sin esperar nada más, cuando estuvieron en el gran salón el ambiente fiestero entró hasta por sus poros, se dirigieron hacia un sofá y se sentaron recibiendo una copa de champán que se les había sido entregada
[✝]
Las horas pasaban y el peligro no se había movido de su lugar, las canciones pasaban, sí, pero ninguna era la que él esperaba. Su dongsaeng se le acercó sentándose al lado de él mientras colocaba su mano en el hombre ganado su atención.
− Hyung ¿Qué pasa?, no ha bailado ni una sola canción, se la ha pasado tomando.
− No han puesto la canción que yo quiero, no han puesto tango.
− Debería divertirse, tal vez la pongan ahorita. − Cuando el pelinegro dijo eso, la canción fue cambiada y pusieron otra distinta, la expresión de Jimin pasó de aburrida a una ancha sonrisa.
− Tenías ra-.. − Cortó sus palabras cuando un silencio sepulcral dio lugar en la habitación, su mirada viajó hacia un chico el cual apareció entre la multitud que le daba paso.
Su vestimenta era negra a su totalidad, su piel pálida y un ligero rosa sobresalía en los labios. El tan dichoso hombre se acercó a la pareja de chicos entre los múltiples murmullos de la gente, brotando una sonrisa en sus labios le extendió una mano al peli gris; y dijo:
− ¿Me concedes esta pieza?
El más bajo sonrió en respuesta y tomó la mano del hombre.
Los invitados miraban esa escena entre murmullos, asombro y algunos con cierta envidia. La pareja de chicos aun con las manos unidas fueron hacia en centro de la pista quedando frente a frente.
El desconocido se le acercó al peli gris susurrando unas palabras al oído, no siendo desapercibidas por sus amigos. Cuando se separó la música volvió a sonar.
Con las miradas sin pudor alguno sobre ellos, movieron sus cuerpos de la forma más suave y sensual posible, Jimin mantenía su vista en los ojos del pálido y viceversa.
La canción de tan sensual baile estaba por terminar y fue en ese momento cuando los invitados comenzaron a percibir cierto aroma extraño y molesto.
− ¡Huele a azufre! − Recitaban la mayoría de personas en el salón, hubiera seguido así si no fuera por un grito desgarrador y alarmante que alertó a todos los presentes.
Una mujer señaló a la pareja de chicos mientras decia:
− ¡Miren el cuerpo del hombre!
Todos acataron lo que dijo la mujer y más gritos de horror salieron. En la espalda del desconocido comenzaron a salir dos grandes alas de plumas negras, y en su cabeza cuernos del mismo color, en la parte de atrás una cola y sus pies comenzaron a tomar una muy extraña forma.
− ¡Es el diablo! − Jimin al escuchar eso parpadeó y miró el cuerpo del chico, congelandose en su lugar al ver al monstruo con el cual bailaba.
De la impresión y miedo se desmayó. La gente comenzó a salir corriendo del sitio y los chicos hacía donde su amigo que seguía tirado en el piso, quedando de frente con el ser maligno.
− Fue un placer. − Dicho esto el ser se esfumo dejando una espeza nibla negruzaca a su alrededor.
SeokJin aún con el pulso acelerado miró a Jimin el cual había puesto en su regazo, gritando cuando lo vio.
En donde se suponía que debía estar el chico nada más quedaban cenizas y la vestimenta que llevaba puesta.
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Un tango con el diablo
Fanfiction❝La danza que te llevó a pecar, fue la culpable del castigo que recibes, déjate someter ante la tentación de la serpiente, porque pecar es una sensación satisfactoria que vale la pena vivir.❞ ✙Yoonmin. ✙Homosexual. ✙No copias, ni adaptaciones. ✙H...