Recuerdos De Amor

El final del comienzo

El aeropuerto estaba saturado de personas, y varias de ellas iban con su equipaje de un lado a otro.

Demian estaba cansado y con un fuerte dolor de cabeza, pero eso no importaba, ya que después de tres meses de no verse él y su prometida se re encontrarían.

Demian estaba emocionado, él realmente la amaba. Y estaba más entusiasmado aún porque su gran unión se llevaría a cabo al día siguiente. El amor de su vida había aceptado casarse con él y eso realmente lo ponía feliz.

Demian volvió en sí al sentir unas palmadas en su hombro derecho. Dirigiendo su mirada hacía el sentido. Amplió su sonrisa al notar de quién había sido aquel tacto.

- ¡Marcos! - exclamó alegre mientras le daba un abrazo.

- Demian, que gusto verte de vuelta hombre- dijo el mayor con alegría sincera al ver de vuelta a su amigo.

Marcos y Demian son mejores amigos desde que tenían 13 años. Los dos fueron a la escuela juntos durante todos sus años de estudio.
Después de graduarse de la preparatoria, ambos decidieron ir a la misma universidad de artes y música juntos, en la cual hicieron amistad con sus otro tres mejores amigos, Henry, Oliver y Thiago. Los cinco amigos eran inseparables.

Tiempo después de graduarse formaron un grupo de cantantes conformados por ellos. Siendo compositores de sus propias canciones, lograron triunfar y también hacer algunos conciertos en solistas.

- Thiago y los demás nos están esperando para comer, deberíamos apurarnos- dijo Marcos mientras tomaba la maleta de su amigo para dirigirse a su auto.

- Tengo tiempo sin escuchar sus idioteces, realmente tengo ganas de verlos- contestó Demian sonriendo mientras pasaba su brazo sobre el hombro de su amigo.

El trayecto en el auto fue largo, el aeropuerto se encontraba alejado del punto en el que se iban a encontrar. Así que Demian decidió dormir durante el camino al restaurante, el vuelo lo había dejado completamente agotado.

Al llegar al lugar Marcos sacudió a su amigo para que despertara, recibiendo un gruñido por parte de este.

- Ya levántate, tenemos que bajar para ir a comer - y volvió a sacudir a su amigo pero un poco más fuerte que antes.

- Sólo unos minutos más -respondió un adormilado Demian sin ganas de moverse.

- Voy a besarte si no lo haces - respondió Marcos un poco más frustrado pero divertido ante la situación.

- ¡Ja! Inténtalo, si lo haces le diré a Eli y veremos que sucederá- contestó divertido y decidió bajar del auto ya un poco más despierto después de la broma de su amigo. No la cumpliría, pero la gracia del comentario fue lo que terminó de despertarlo.

Entraron al restaurante y buscaron con la mirada a los tres chicos que faltaban para sentirse completo. Eran chicos realmente unidos.

Oliver fue el que los vio y decidió hacerles señas para que se dieran cuenta de dónde se encontraba el resto.

Oliver es un chico realmente simpático que adora a sus amigos, es el alegre del grupo y al que casi siempre molestan por ser el más chico. Tiene veintinueve años, es alto y su cabello es de un negro profundo.

Thiago tiene treinta años, es alto y su cabello es castaño claro. Es alegre y normalmente suele estar jugando con Oliver cómo en ese momento. Los dos estaban lanzando besitos en dirección al recién llegado que sólo pudo reír de manera tonta por el acto.

-- Nunca cambiarán, ¿verdad?- preguntó un Demian realmente alegre, mientras se sentaba alado de Oliver, quien lo miraba con la misma gracia.

- Yo también te extrañé, amor- contestó el menor mientras recostaba su cabeza sobre el hombro de su amigo y abrazaba su brazo. Demian rió de sus ocurrencias y quitó su cabeza con fingida molestia.