Sebastián- Mistery Spell - It is love (Fanfic)

Parte 76

Los días siguientes han sido algo más tranquilos. Jac me ha prometido que está recabando datos para ayudarme y las chicas de la sede han venido para entrenarme.

Hemos estado practicando magia y he descubierto más poderes aparte de un montón de cosas sobre el trabajo de los hermanos.

Con Jac hemos seguido entrenando y he cogido muy buen nivel. Aunque sigue siendo igualmente antipático.

Sobre Jarod y Sebastián no sé nada de ellos, he evitado ir a la clase de Sebastián, estamos en los exámenes finales y las faltas ya no cuentan porque las clases consisten en repasar.  Begonia me ha ayudado con la magia a evitarlos, ella por algún motivo sabía algo de mis problemas con el hechizo, pero no me molesta al revés, la siento como una buena amiga.

Hemos ido a Bruming  en varias ocasiones. La primera vez que fuimos encontramos la sede que mi madre estaba montando, y esa noche cuando llegué a casa se me ocurrió la idea de renovar el castillo. Así que las reformas las vamos a hacer de varias maneras; en primer lugar, hemos preparado unos hechizos para renovar el castillo, aparte de que he  contratado a una empresa de construcción que trabajan con los hermanos, todo no puede hacerse con magia además de que hay que disimular. Lavanda se ha encargado de comprar todo lo necesario para el castillo, muebles nuevos, ropa para las camas, toallas, utensilios de cocina, etc. Mi idea es preparar el castillo para que la nueva sede del norte pueda instalarse allí y los hermanos puedan descansar allí. Lavanda está disfrutando como una loca, gastándose la fortuna de mi madre; incluso comenta que el castillo puede usarse como hotel de lujo, pero no me interesa hacer negocio con él.

En definitiva estos días han sido como un soplo de aire fresco, y a pesar de todo me siento renovada y no he tenido tiempo de pensar en mis problemas.

Pero, esto no iba a durar eternamente...

Punto de vista de Sebastián.

Me han citado del consejo rector en su sala de reuniones, no sé que han decidido. Voy con anticipación a la cita cuando de repente antes de girar en el pasillo siento una voz conocida.

Rose: No estoy de acuerdo con lo que ha hecho el profesor. Para mi lo más importante es su carrera, no quiero que se vea manchada. Yo puedo terminar mi estudios en otra universidad.

Rectora: Se equivoca señorita Amore. Esto debe de registrarse en su expediente. Las normas son las normas.

No logro escuchar nada más, los demás componentes del consejo rector se acercan por el pasillo abriendo la puerta e interrumpiendo la conversación. Giro hacia el pasillo y tocó a la puerta.

Rectora: Adelante profesor, pase y siéntese.

Profesor: Buenos días.

Me siento al lado de Rose que me fulmina con la mirada, mientras los demás miembros del rectorado nos miran a ambos.

Rectora: Les agradezco su presencia. No ha sido fácil para el consejo tomar una decisión, no hay una normativa en nuestra facultad en la que se prohíba las relaciones entre profesado y alumnado, pero si hay una ley que dice que se extinguirá cualquier procedimiento o cosa que perjudique la reputación. Con lo que hay motivos de sobra para hecharlos a los dos. Sin embargo, usted señorita Rose mantendrá su plaza, aunque su expediente debe de aparecer este suceso al igual que en el del profesor Jones.

Rose: No me importa mi plaza, solo quiero que se conserve la del profesor.

Me giró ante Rose, pero la rectora me hace un gesto que me impide continuar.

Rectora: No es la primera vez que un profesor tiene una aventura con una alumna.

Sebastián: No es una aventura.