8. Sam II

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12:38 HRS

Steve había permanecido en silencio durante todo el vuelo. Después de aterrizar en DC, la voz de Sam interrumpió los pensamientos de su amigo.

-¿Steve?

-¿Sí? -Preguntó Cap mientras atravesaban la puerta de su base improvisada. Era solo la casa de Sam, pero solo necesitaban un lugar para reagruparse discretamente. Entonces, Samwell finalmente encontró las palabras correctas para un tema tan delicado. -La carta de Barnes mencionaba un método para apagar su cerebro en caso de que vuelva a ser peligroso. De eso habló Nat. ¿Cierto?.

-El libro rojo. -Respondió Natasha, mientras su inconfundible sonrisa les daba la bienvenida desde la cocina. Había estado allí, ya esperando en una silla, antes de que la vieran. -Así lo llaman. Contiene las instrucciones para programar al Soldado. Lo había oído mencionar, pero sinceramente nunca pensé que pudiéramos encontrarlo. -Ella reflexionó. -Esas son las palabras clave definitivas que lo convierten en un títere dócil, que puede volverse una máquina de matar, un sirviente leal o... cualquier otra cosa que Pierce quisiera.  -Natasha bajó los ojos por un instante, sintiendo el peso de la mirada de Steve sobre ella. Sus palabras no dichas eran obvias de todos modos.

La agente Romanoff le dirigió a Rogers una mirada empática mientras ella tomaba algo del interior de su chaleco de Kevlar. Cuando ella le tendió un viejo cuaderno rojo con una estrella negra impresa, Steve lo miró como si fuera venenoso. La clave para la mente del Soldado estaba allí, las palabras que atormentaron a Bucky durante décadas ahora estaban en sus manos, pero eso significaba mucho más. Ese pedazo de papel y cuero contenía la prueba de la confianza de James Buchanan Barnes en Steve Rogers. Contuvo el aliento mientras sostenía suavemente la cubierta.

-¿Qué haremos con esto cuando lo encontremos? ¿Usarás esos comandos para reiniciarlo si lo necesitas? -Preguntó Sam.

-No lo sé. -La honestidad de Steve era abrumadora a veces -Me dio el Libro Rojo por una razón. Hydra intentará recuperarlo, y mientras ellos existan, Buck no estará a salvo. Él lo sabe y quiere ser detenido si llega el momento.

-Se dice que algunas de las palabras del Libro Rojo son instrucciones para restablecer la mente del Activo. Algunas de ellas incluso podrían obligarlo a suicidarse, Steve. Debes tener mucho cuidado. La vida de Barnes está literalmente en tus manos ahora. -Advirtió Natasha.

-¿Leíste las órdenes? -La voz de Steve había sido plana y vacía hasta ese momento, pero un pánico disfrazado impregnó su voz ahora.

-No, pero sé que están aquí. Créeme. Y Steve...  -La agente Romanoff no tuvo tiempo de ser sutil -Estoy segura de que Rumlow también conoce estas palabras.

-Lo sé. Como su manejador, Rumlow tenía un gran poder sobre él. Podría haberlo matado. En cambio, engañó a Buck y le hizo pensar que lo amaba. -La expresión de Steve volvió a ser de piedra -Y Buck lo seguirá; ya lo he considerado... -Él negó con la cabeza nuevamente -No me interesa, él está vivo, y ahora es todo lo que importa. Hydra y SHIELD siguen detrás de Bucky y debo protegerlo.

-¿Qué pasará si él no te quiere cerca? -Romanoff preguntó bruscamente. -Seamos realistas. La última vez casi te mata.

-No se trata de mí, Nat. Claro, amo a Buck y nada cambiará eso, pero esto es diferente. Necesita ayuda y estará más seguro conmigo. Debo traerlo de vuelta a casa antes de que Hydra, SHIELD o alguien más lo capture. -Steve bajó la voz un poco -Además, no me importa lo que Rumlow le hizo. Buck necesita tiempo para recuperarse, y no lo presionaré, pero no dejaré de luchar por su amor a menos que él -el verdadero Bucky- me diga lo contrario.

97 MINUTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora