2:00 p.m ; 16 de Febrero.
Estaba bajo la escalera, era un día soleado y perfecto para poder despertar tirado en el jardín y escuchar sobre un suicidio en la tv o tal vez ver escenas de amor en una posible degeneración emocional, se oyeron pasos bajando las escaleras, - Buenos días tía
-Buenos días Seth, ¿has visto a tu primo?
-Si esta arriba aún no se levanta
-Seth hijo sabes que te quiero como un hijo mío, lo sabes cierto
- Si tía
-Prométeme que le darás trabajo a mi hijo cuando seas mayor
-Lo prometo tía
-Bueno subiré para poder levantarlo.
Mi tía desapareció y subió a la habitación donde se encontraba Kevin para despertarlo, escuche los toques a la puerta con la intención de saber si había alguien, camine para atenderla, a veces las mejores cosas que te pueden suceder inician con una joven tocando tu puerta para ofrecerte galletas.
Buenos días ciudadano, permíteme ofrecerle … - Empezó con el discurso de venta más popular de la historia y solo pude pensar en lo patética que se veía con su uniforme de exploradora
- ¡¿Quiero dos de chocolate y no estás ya grande para hacer esto?¡
- Nunca estás lo suficientemente grande para hacer el ridículo, todo tiene una causa
- ¿Cómo te llamas? – Dije
- ¿Estas tratando de ligarme?
- Si me das un nombre o numero de móvil falso serias como mi amor platónico
- Confórmate con las galletas
A pesar de lo refinada que era, y lo poco expresiva que era para hablar su actitud demostraba rebeldía, sus ojos belleza, su cabello ignorancia, y su rostro sutileza, en fin yo solo quería galletas y su número de celular, pero más me inclinaba por las galletas.