capítulo único

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Narra YoonGi:

Otra vez me encuentro en la cafetería que hay frente al parque, empezé a venir para estudiar cuando mis vecinos se pusieron de obras, y ahora se ha vuelto costumbre.

¿Que si hay buen ambiente?

Bueno, teniendo en cuenta que casi siempre está llena, no. Lo que si hay es un hermoso camarero. Él no es muy alto, tiene los ojos oscuros, piel pálida y el cabello rosado haciéndolo ver extremadamente adorable pero con un toque sexy.

Ahora mismo solo somos nosotros y unas chicas en la mesa de al lado, trato de concentrame y seguir estudiando, pero se me hace imposible al ver a mi camarero limpiar la mesa de en frente, dejando su buen dotado trasero en mi línea de visión.

Trato de apartar la mirada, pero un hilo de pensamientos impuros atraviesa mi mente haciéndome visualizar como me tiraría al hermoso camarero en esa misma posición, en esa misma mesa.

Un gran bulto aparece en mis pantalones y resentido trato de pensar en otra cosa, fallo, cada vez duele más por lo que me dispongo a ir al baño y bajar mi "pequeño problema".

Me miro al espejo y me mojo la cara con agua fría, algo tiene que hacer,¿No?

Respuesta: no

El bulto sigue palpitando entre mis piernas, y, tras pensármelo varias veces decido meterme en el pequeño cubículo y bajarme los pantalones. Definitivamente el "mini" yo está despierto.

Lo agarro con una mano mientras que con la otra empiezo a dar suaves caricias en la punta, dejo ir un ronco gemido al por fin sentir un poco de placer y no ese dolor abrumador en mi miembro.

Empiezo con mi mano derecha a hacer un suave va y ven de arriba a abajo. Siento como un escalofrío recorre mi cuerpo provocando que aumente la velocidad y la presión de mi mano, trato de callar mis gemidos mordiéndome los labios pero fallo dejando que algunos de estos se escapen.

En mi mente solo caben imágenes de mi camarero favorito, yo mordiéndole el labio superior y luego bajando poco a poco hasta su cuello mientras dejo visibles chupetones, después me imagino desnudándole mientras que suelto caricias en los puntos erógenos de su pecho; los pezones.

Sigo aumentando la velocidad sin arrepentirme de lo que estoy pensando, mi mano libre desciende y acaricia mis testículos haciéndome soltar más gemidos, ya no me reprimo, me da absolutamente igual que las chicas de la mesa de al lado me escuchen o que mi camarero sepa lo que estoy haciendo, es mejor que lo sepa, de todas formas esto lo ha causado él.

Sigo pensando en el joven de afuera y en como le haría sentir bien, en como masajearía su miembro y en como dilataría su entrada para pocos segundos después adentrarme en ella y hacernos sentir bien a ambos.

Y así finalmente me corro.

Me subo los pantalones y me siento sobre la taza del inodoro para recobrar la respiración, y una vez lo consigo me pongo de pie y salgo del cúbico.

Oh Dios mío.

Nada más salir me encuentro al camarero sexy con las mejillas Rojas y una mano acariciando su miembro sobre la tela del pantalón. Le miro de arriba a abajo y no puedo evitar sonreír al ver como sonrojando aparta la mirada sin dejar de sobarse su miembro.

-¿No tienes mesas que atender?- pregunto mientras me acerco.

-En estos momentos tengo otras prioridades.- responde dándose un fuerte apretón.

-¿No quieres que te ayude?- digo invadiendo su espacio personal y atreviéndome a coger sus caderas.

Me mira a la cara fijamente y lentamente acerca sus labios a los míos uniéndonos en un apasionado beso.

~café~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora