Capítulo 2

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—Escuché que estaba viviendo en Italia —Blue cabecea entre murmullos. La de cabellos desordenados alza la vista atenta—. Yo no voy a volar a Italia por ir en una búsqueda ciega de un escritor tosco, amargo y victimario.

—¿Cómo estas describiendo a alguien que no conoces? —Heers ladea la cabeza, perezoso. Sus dedos se mueven rápido, mientras teclea en su portátil.

—No hace falta conocerlo —ella toma algo de café y presta su atención en la manzana brillante de la portátil de su amigo—. Alguien que amaba estar en público tanto como lo hacía con hombres y mujeres, cambia repentinamente luego de sacar el libro las profundo y rompe corazones juvenil. Que casualidad. Son patrañas, ya sé que su libro está inspirado en su vivencia amorosa.

—¿Y?

—¿Y? Y qué es ridiculo. Alguien tan joven y poderoso que se enamora profundamente y es engañado... wow, el fin del mundo, pero para un marica —bufa—. Hay personas que sufren de verdad, muertes, accidentes que los deja marcados de por vida, enfermedades que les hacen estar pendiendo en el hilo de la vida y la muerte, situaciones tortuosas privadas, y luego está este tipo que tuvo una novia y su novia le engañó. ¡Para echarse a morir! —ironiza la última frase.

—Tal vez tenga alguna enfermedad, tal vez depresión —alza la ceja suavemente, en uno de sus perezosos gestos—. Pero no puede criticar tampoco, el amor es una tortura también.

—Ya, puras palabras vacías. Nadie muere de amor, mucho menos alguien que lleva de conocer menos de un año a otra persona —se inclina hacia el chico, quien parece haber finalizado su tarea de teclear.

—Algunas veces no es el tiempo lo que marca. ¿Quieres escuchar la próxima parte de mi columna?

—Claro. Siempre quise saber la historia de los que sucedió antes.

Heers se acomoda las gafas que usa para escribir y leer, Blue apoya su mandíbula contra la palma de su mano y espera, le gustaba el brillo en los ojos. Heers es uno de esos chicos serios, que aparentan profesionalismo, seriedad y amabilidad, pero solo es un hipócrita más con el mundo, menos con su grupo cercano.

—"No me importaba la reunión. Era el tercer esposo de mi madre, tratar con ellos nunca sacudió mi interés, quería hacerla pagar por llevarme a la cena. Era un niño caprichoso después de todo, los quince años no eran controlados por ella, eran controlados por mis caprichos. En ese momento, recuerdo que veía la sombra de alguien a su lado, pero tomé mi móvil e inicié una llamada con mis amigos en frente de los presentes. Fue una vergüenza para mi madre, lo sabía. Lo próximo que sentí fue su mano sobre mi móvil, pidió respeto y me quejé en un chasquido de lengua. El hombre tenía un hijo de mi edad, al parecer siempre había estado ahí... era un idiota más, en cuanto lo observé realizó en infantil gesto de sacarme la lengua. Recuerdo haber vaciado el contenido de mi jugo sobre el bastardo"

¿Y...?

—Luego se narra un poco sobre los retos, la toxicidad y en el próximo mes será el relato del beso ensayando el guion.

Era transparente.

—Es buena —la chica cierra los ojos. Su cuerpo caliente, la columna de Heers es exitosa gracias a lo mucho que puede hacer en una persona, el chico tiene aquel talento. La sexualidad entre las letras es tensa y deliciosa—... me pregunto cuando voy a ser así de grande.

—Ya lo eres.

—Eso no dicen los seguidores —sonríe perezosa y abre un poco los ojos—. Mi trabajo es criticar, pero la gente parece no detenerse a analizar la palabra...

—Tú misma lo has dicho. En todo caso, tu pregunta debería de ser: "Me pregunto cuándo voy a ser querida por el público" y mi respuesta es: todo lo que tenga sexo explícito vende hoy en día.

El arte de tu sonrisa /PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora