-Hasta mañana- me despido de todos saliendo del colegio un día más.
Por lo regular todos los días regreso caminando, no queda más que a 3 cuadras mi casa.
-¿Quieres que te acompañe?- esa voz..., Oh no otra vez, ya siento mis mejillas ponerse rojas y mis manos sudando.
-Claro- contesto de inmediato a Alan, un chico de mi clase que es bastante guapo, pese a que llevamos casi 3 semestres juntos, no hablo mucho con él, hasta que me empezó a parecer extremadamente guapo y tome el valor de hablar bien con él.
Tal parece que yo también le atraigo, pero no lo sabré hasta que yo me atreva a confesarle todo o a menos que él se me adelante, ojalá que asi sea.
Llegamos a la esquina de la calle donde está mi casa, llegamos sin pronunciar una sola palabra, tal como lo hemos hecho las 3 veces que me ha acompañado, rayos, somos tan tímidos.
-Gracias por acompañarme- le digo viendo fijamente los ojos cafés que también me ven con agrado.
-No es nada, nos vemos mañana- me dice alejándose hacia su casa, que está a unos minutos más de la mía, suspiro y comienzo adentrarme a la calle.
Mi casa no está tan lejos, solo a la mitad de la calle, llegó y saco las llaves de mi mochila, al abrir la casa, persigo el olor tan delicioso a chile con carne, es mi mamá, que está haciendo la comida.
-Hola mamá- la saludo mientras dejo la mochila en el sofá y noto que contesta mi saludo algo raro, no está sonriendo como siempre, algo malo pasa.
-Tu padre y yo tenemos que hablar contigo- me dice apagando la estufa, y sirviendo en los tres platos que tenía a un lado.
Me siento en la mesa junto a ella, y justo cuando tomo una tortilla para comenzar a comer, veo a mi papá saliendo de su cuarto y sentándose al otro lado de mi.
-Sandra...- suspira, Dios, es algo realmente malo- quiero que antes de todo sepas que lo siento, hice todo lo esfuerzo, pero esto no puede seguir así- me dice sin mirarme a la cara, eso es algo raro definitivamente- nos vamos a Veracruz con tu tía Irma.
Deje caer la cuchara en el plato, no lo puedo creer, veo a mamá, está mirándome preocupada, esto no puede estar pasando.
-¿Qué?, ¿Por qué?- pregunto más asombrada que cualquier cosa.
-Acaban de despedirme de mi trabajo, sabes que las cosas no han estado bien en cuestión económica últimamente y, hoy hable con tu tía, me dijo que en la fábrica de su esposo están solicitando un empleado, como él ya está dentro fácil me contrataran, mira el lado positivo, me pagarán mejor y podrás ir a la universidad de allá.
Así que esto es enserio, no me lo puedo creer, comienzo a pensar, ¿Que será de mis amigas?, No tengo familia acá porque todos son de Veracruz pero, ¿Dónde voy a conseguir amigos tan estupendos como los que tengo aquí?, Toda mi vida he vivido en esta ciudad y un día me dicen que me ire, así de la nada.
-Nos vamos el viernes, será mejor que comiences a empacar- me dice levantándose de la mesa sin siquiera haber tocado su comida, igual no puedo comer, volteo a ver a mamá, su cara es triste, que alguien me diga que esto es un sueño.
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Bendito el día en el que te conocí.
RomanceSandra, una chica de apenas 16 años se verá obligada a mudarse de ciudad debido a la escasez económica de sus padres, lo que al comienzo sonó como una pesadilla, termino siendo lo mejor que le pudo haber pasado. -NO HACER COPIAS O ADAPTACIONES -CUAL...