Capitulo 2

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Europa, España.

Lo primero que siento al empezar a tener consciencia de mi misma es que:
1) Me duele la cabeza.

2) Mi cuerpo parece como si un carro me hubiera pasado por encima.

3) No reconozco el lugar donde estoy.
Empiezo a recordar el aterrizaje y a Charlotte, la mujer con la que venia en el avión.

Escucho pasos, unos pasos suaves pero a la vez seguros, tacones. En ese momento la puerta se abre y entra una mujer con una bata blanca y un hombre moreno, alto, muy alto y con la cabeza rapada, ademas de su cara que tiene una cicatriz en toda su mejilla derecha que empieza desde la esquina de la ceja y termina a mitad de la mejilla, da miedo.

-¿Charlotte? ¿Que haces aquí? ¿Donde estoy?- pregunto al momento que la veo, estoy empezando a tener un ataque de ansiedad.

-No te preocupes, estas aquí porque fuiste unas de las elegidas- me dijo mirando algo en su tablet y haciéndole señas al grandote que la respalda.

Siento que al estar en este lugar cambiara algo, siento un revoltijo en mi estomago como si fuera a vomitar, sin embargo Charlotte me aplica una inyección que me deja toda relajada, como si estuviera drogada.

- ¿Que me has puesto?- arrastro las palabras porque siento mi lengua pesada, tengo miedo, ¿como sucedió esto?.

-No te preocupes, es una droga que te hará perder fuerzas pero estarás consciente- lo dice con una cara que no soy capaz de interpretar.

-Sueltenme- digo al ver como varias personas me amárran en un camilla que acaban de traer, esto no me huele a nada bien, siento nervios, miedo, ansiedad, pero lo que gobierna entre ellos es el miedo y en lo que viene, porque me llevan por unos pasillos totalmente blancos y me entran en una habitación que tienen muchos aparatos, e instrumentos de medicina.

-No te preocupes, solo aplicaremos esto- apunto una jeringa con un liquido transparente- directamente en tus vías sanguineas- terminó y concluyendo aplico el liquido en una de las venas del cuello.

-¿Que es eso? ¡¿Que me pusiste?!- estoy al borde de la ansiedad y con esto, estoy que me da un paro cardiaco- ¡¡Sácalo!!- grité con todas mis fuerzas al sentir como mi corazón se aceleraba de una manera tan increible que el aparato que mide los latidos del corazón, mostraba líneas hacia arriba y hacia abajo rápidamente.

-¡Cálmate! No es nada grave, te aplique hormonas- me explicó tan tranquilamente, que solo provoco una histeria en mi- No te preocupes, con la manera en que estas, harás que la droga circule mas rápido- finalizó de hablar y perdí la noción de mi misma.

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CORREGIDO.

Ninfómana ©  [+18] (✔️) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora