Capítulo 46

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Vanessa es la cosita más preciosa que puede existir. Cuando la cargo en mis brazos puedo jurar que todo lo relacionado a la propuesta de Zac se desvanece de mi cabeza. La preciosa beba duerme plácidamente y Bridget nos mira con ternura, mi corazón se encoje otro poquito cuando Vanessa emite un ruidito adorable y mis ganas de ser madre se multiplican por mil.

—Sabes que no es imposible, linda —susurra Bridget y le dedico una sonrisa forzada.

—Lo sé, soy muy joven aún, pero no puedo evitar emocionarme al respecto y saber que quizá nunca tenga esta posibilidad me rompe en modos que no puedo explicar.

—Oh, cielo… Lo entiendo a la perfección. Estuvimos años intentando embarazarnos y llegó un punto en el que decidimos dejar de intentar porque me desanimaba el sólo hecho de ver otra prueba de embarazo negativa. No puedo explicar con palabras la emoción que sentí al enterarme y deseo de todo corazón que puedas experimentar eso también. Sea con Zac o no. —Las últimas palabras me abren las heridas nuevamente, pero aun así me las arreglo para sonreír.

—Gracias, Bridget. Supongo que me tendré que conformar con malcriar a Vanessa por ahora.

Ambas reímos lo más silenciosamente posible y en ese mismo momento se abre la puerta y entra Logan junto a Zac. Mi chico me observa más de lo necesario y puedo notar la emoción en sus ojos al verme cargar a Vanessa. Sé que tenemos una charla pendiente, pero quiero posponerla lo más que pueda y lo que menos deseo es discutir con él una vez más. En ese momento mi teléfono vibra y el nombre de Aiden brilla en la pantalla.

—Em, aquí no se puede hablar por teléfono —dice Logan.

—Claro, le devolveré la llamada afuera.

—Vayan a descansar y nos vemos en la mañana —interviene Bridget.

—¿Segura?

—Sí, algo me dice que Vanessa es de las que duermen mucho como su padre y poco trabajo me va a dar —bromea y Logan desmiente inmediatamente lo que dice su esposa.

Con el humor en el aire nos despedimos de los padres primerizos para irnos a casa. Ambos salimos sin decir una palabra y caminamos por el interminable pasillo. No sé ni qué hora es para ser exactos, Ethan y Lisa se fueron a las diez así que debemos estar pisando la media noche.

El pasillo es largo y prácticamente interminable. Zac no habla, pero por el profundo ceño que hay marcado en su frente sé que está molesto porque Ethan me contó lo de la propuesta para pelear profesionalmente. No quiero pelear con él, estoy cansada de hacerlo y sin pensarlo mucho, tomo su mano y entrelazo nuestros dedos. Él frena su paso y me mira, en sus ojos se disminuye la furia que los estaba devorando. Me acerco hasta estar completamente frente a su cuerpo y soy capaz de sentir su calor. Zac me saca una cabeza de altura y es algo que me fascina porque también me hace sentir increíblemente protegida.

—Te amo —murmuro.

Su respiración falla y en una milésima de segundo tengo sus labios sobre los míos. Se mueven al ritmo del latir desbocado de mi corazón y el calor comienza a concentrarse en mi piel. Mis manos suben por su fuerte pecho hasta colocarse en sus hombros y cuando muerde mi labio inferior, mis uñas se clavan en la carne sensible de la zona.

—Te amo tanto, bonita.

Sus ojos oscuros me escanean de pies a cabeza y veo el deseo correr detrás de esa mirada. Sin saber lo que hago, me apresuro a tomar su mano y camino apurada con él a rastras.

Cuando salimos al estacionamiento, no me sorprende ver solo tres autos estacionados, entre ellos el mío. Destrabo las puertas y enseguida nos subimos los dos. Me tomo el lado del copiloto en una clara indirecta de que él debe conducir y en cuanto estamos dentro del vehículo, trepo sobre su regazo y lo beso con pasión.

FIGHTOVE © 《DISPONIBLE EN AMAZON》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora