THE NIGHT SHIFT [trad] || s.cb + l.f [changlix]

❥thirty six: artificial love

Felix podía sentir la anticipación nadando por sus entrañas cuando el mayor se inclinó hacia abajo y tomó su propio miembro en su mano. El corazón de Changbin latía más rápido al imaginar cómo se sentiría cuando estuviera enterradolo dentro del cuerpo del más joven, acercándolos a los dos lo más alto. Solo esperaba que no recibieran una queja de ruido de ninguno de los otros huéspedes del hotel.

A pesar del deseo de satisfacer sus propias necesidades también, el pelinegro se encargó de molestar un poco al rubio. Presionó la cabeza de su miembro contra la entrada del australiano, pero no pasó del borde. En cambio, rodeó su longitud allí, observando con ojos oscuros cómo la respiración de Felix se trabó una o dos veces mientras intentaba mover sus caderas de tal manera que forzara al mayor dentro de él.

Changbin se inclinó hacia adelante, dando algunos besos a lo largo de la mandíbula del más alto mientras se burlaba de él, acercándolo tanto, y tan cerca del placer, pero no permitiéndole darle el gusto.

"C-Changbin, por favor", jadeó el pecoso, ligeramente estirando la mano para cavar las uñas en el hombro del chico de pelo negro.

"¿Por favor qué, bebé? Usa tus palabras", el más bajo se hizo el tonto mientras masajeaba su pulgar en la piel de la cadera de Felix.

"Dentro", los dedos de sus pies se curvaron hacia adentro, apretando fuertemente, "p-ponlo dentro de mí".

Si hubiera tenido la fuerza de voluntad para hacerlo, Changbin podría haber seguido molestando al rubio, pero decididamente, tuvo que ceder a su solicitud porque sentía el calor demasiado fuerte y demasiado profundo como para ser capaz de aguantarlo por mucho más tiempo. Felix contuvo el aliento al sentir al pelinegro empujándose dentro de él, y los músculos del pecoso se contrajeron y se apretaron involuntariamente.

Una vez más, el mayor se inclinó hacia adentro y procedió a plantar besos húmedos y descuidados en todo el cuello y la mandíbula del más joven con la esperanza de relajarlo un poco. Pasó su mano libre por el pecho de Felix, el ligero toque envió hormigueos por toda esa área de su cuerpo.

Estaba absolutamente seguro de que las yemas de los dedos de Changbin estaban incrustadas con electricidad de algún tipo, porque nunca fallaban en hacer que sus nervios se pusieran furiosos. De una manera dolorosamente lenta, el más bajo presionó su longitud completamente dentro del cuerpo del australiano, jadeando más de una vez por la tensión y el calor que lo rodeaban. El deseo del más alto se disparó cuando escuchó esas expresiones de excitación caer de los labios del mayor, porque le hizo saber que Changbin disfrutaba de su intimidad tanto como él. Fue en momentos como ese en los que Felix realmente se sintió querido, y aunque sabía que era una solución temporal al aislamiento que había provocado... en parte, lo dejó a un lado y dejó que esa solución temporal fuera algo que pudiera disfrutar por el tiempo que dure.

"¿Es esto lo que querías?" El pelinegro se calmó, su miembro enterrado tan profundamente como pudo. Se mantuvo en su lugar allí, apreciando el calor que desprendía el cuerpo del rubio.

"S-Sí", tartamudeó el australiano, "eso es lo que quiero, lo quiero tanto".

Su súplica solo hizo que los impulsos de Changbin se duplicaran por diez. No estaba exagerando en lo más mínimo cuando dijo que le encantaba escuchar al más joven rogar durante el sexo. Era una de las cosas más calientes y seductoras que el pelinegro podía imaginar. El sonido de la voz de Felix, entrecortada, mezclada con deseo y goteando de lujuria, era el tipo de estimulación que solo podía obtener del rubio.

El pelinegro comenzó a tirar lentamente hacia afuera, retirando la mayor parte de su longitud para que solo quedara la cabeza de su miembro dentro de la entrada del pecoso. Changbin sabía qué tipo de ritmo le gustaba al más alto. Felix disfrutaba del sexo rápido, donde el mayor fuese tan rápido, tan duro y tan profundo como pudiera. Afirmó el dominio en los ojos del rubio.