Capítulo 10 "Los Mejores días de Mi Vida"

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Capítulo 10:

¿Han sentido cuando les dan una noticia y sientes como todo tu mundo se te cae encima? ¿Cuándo lo único que quieres es un abrazo de la persona más importante de tu vida? ¿Cuándo deseas no haber crecido o tomado esas decisiones? Eso es lo que siento yo ahora.

-¿Por qué? Yo no pedí ser así.-Digo seriamente.

-Fuiste elegida para ser una de las diosas y dioses más importantes, cruzaba el año de 1924 y naciste tú. Cuando la profecía salió a la luz, Gea se encargó de volverla realidad, tu perdiste parte de tus poderes y como dice la profecía "Buscar su poder, entre las piedras su salvación" Ella te quito tu inmortalidad, y tú debes buscar tu inmortalidad entre las piedras, o eso es lo que creo.

Alzo la mirada a Nico.

-¿Qué tiene que ver con ellos?

-La profecía dicta que dos hijos del inframundo te ayudaran, al igual que nuestros hijos favoritos, de algunos dioses, por eso hemos traído a los demás chicos.

-Vete.-Le dice Hades a Hazel.

-Si padre.-Dice Hazel y desaparece en viaje sombra.

-También hay otra cosa.-Dice mi padre un poco incómodo.- Cuando tu naciste, Reich, Te comprometimos con...

-Con Nico.-Completo su frase.- Lo sé.

-¿Cómo lo sabes?-Dicen los tres dioses.

-Tuve un sueño y casi muero por ello.-Digo frunciendo el ceño.

-Por eso tu aura estaba tan débil.-Dice Hades meditándolo.

-¿Nos vamos a casar?-Pregunta Nico con un hilo de voz.

-Eso parece.-Dice mi padre frunciendo el ceño.

-¿Eso es todo?-Digo poniéndome de pie.

-Sí, pero...-Dice mi madre pero la corto.

-¿Nico?-Pregunto y él sonríe.

Se pone de pie, me da la mano y desaparecemos por viaje sombra.

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6 Palabras: Los Mejores Días de Mi Vida.

Ahora estábamos en una de mis casas de Hawái, ambos mirando dibujos animados mientras nos acurrucamos juntos y comemos todos los dulces posibles.

Llevamos una semana viajando solos de aquí para allá, pero aun no es nada oficial, igual disfrutamos de estar juntos.

-Te quiero.-Susurra Nico en mi oído.

-Y yo a ti, Di Angelo.-Dice sentándome en su regazo.

-¿Quieres ser una diosa?

-La verdad, No.-Digo juntando nuestras narices.

-¿Y si te quedas conmigo?-Dice mientras coloca sus manos en cintura descubierta, causándome escalofríos.

-Siempre estaré contigo.-Le contesto, él sonríe y une nuestros labios en un dulce y apasionado beso.

Siento como se pone de pie conmigo a cuestas, aun sin romper el beso y comienza a caminar, no sé dónde me lleva, ni me importa, con tal de estar con él.

Nico se separa de mí sonriendo.

-Sorpresa.-Dice, me bajo de su cintura y me volteo.

-¡Por los Dioses!

La piscina está llena de velas rojas y negras prendidas flotando, una mesa con la cena, el atardecer, y principalmente en el pasto una gran pregunta hechas de petados de rosa negros y azul "¿Quieres ser Mi novia, Princesa?"
Mis ojos se llenan de lágrimas y volteo a verlo, encuentro a Nico arrodillado con una pequeña cajita en sus manos temblorosas.

-¿Qué dices, Princesa?-Dice adoptando una pose de sex-symbol haciendo que yo sonría.

Me agacho de puntitas y quedo incluso más baja que él.

-Si.-Le susurro en el oído.

Siento una de sus manos en mi rostro y me besa.

-Esto es para ti, princesa.-Dice abriendo la cajita.

-No puedo aceptarla.-Le digo mirando el anillo, SU anillo.

-Yo quiero dártelo. Era de mi padre, cuando se enteró que mi madre estaba embarazada le dio en anillo, como promesa de amor, y yo ahora te lo doy a ti.-Dice cuando ya estamos parados y abrazados.

-Te quiero, chico sombra.-Digo empinándome para darle un beso en la mejilla.

-Y yo a ti, diosecilla.-Dice poniéndome el anillo de calavera.

El Semidiós y La Diosa ΨDonde viven las historias. Descúbrelo ahora