It Will Never Change Me and You

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Era uno de los primeros días de invierno en Londres, aquellos donde el frío invade todo haciendo que las calles queden vacías por las noches. Era un día de invierno como cualquier otro para las personas, pero no lo era para Louis y para Harry. Ese día cumplirían 4 años juntos y Louis quería hacerlo más especial aún, ese día le propondría matrimonio.

Él quería que todo fuese especial, como en esas películas que Harry tanto ama, así que lo citó en el parque con vista al lago, era una vista realmente hermosa. Pero no era allí donde quería preguntarle si quería pasar el resto de su vida junto a él, no. Ese lugar sólo era para tener una romántica cita por sus cuatro años.

<Para: Mi Ricitos.

Amor, te espero en el parque. Apresúrate.>

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Envió el mensaje y se sentó en uno de los banquillos a esperar la respuesta de su amado.

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<De: Mi Ricitos.

Está bien, amor. En 5 minutos estaré allí. :) Te amo.>

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Sonrió al ver el mensaje, adoraba cuando Harry ponía "Te amo" porque sabía que lo estaba escribiendo con una enorme sonrisa en su hermoso rostro. Cinco minutos habían pasado desde que le envió el mensaje y, efectivamente, ahí estaba su rizado. Ambos al verse sonrieron y Harry corrió como un niño pequeño a los brazos de Louis. No importaba que Louis fuera más bajo que Harry, para ellos sus abrazos eran perfectos, ellos encajaban perfectamente.

Pasaron horas en aquél parque, sólo hablando tonterías que sólo ellos podrían alguna vez entender, hablaron sobre el día en que se conocieron en aquella pista de patinaje. La misma donde hoy Louis pediría su mano.

Poco a poco se fue acercando el gran momento. Ya era la hora en que por fin lo haría, se casarían y adoptarían a una pequeña niña la cual llamarían Darcy, tal como lo habían planeado una de esas noches en la que parecía que nada malo podría ocurrir, todo era felicidad en sus vidas, hasta hoy.

Louis sabía que estaba siendo buscado por la policía y que, si podían capturarlo, estaba condenado a muerte. Él lo sabía muy bien, pero nunca creyó que sus mejores amigos en este trabajo lo traicionarían, lo entregaran.

La hora llegó. Harry se encontraba en la pista de patinaje, esperando a Louis, el cual estaba demasiado feliz y emocionado por lo que le diría a Harry. Entró al lugar y lo vió, ya en la pista, con una sonrisa tímida en su rostro y sus mejillas rosas, tal como estaba el primer día, el día en que se enamoró perdidamente de aquel chico. Nada había cambiado. Caminó unos pasos hasta que estuvo a la vista de Harry, ninguno dejaba de sonreír, pero todo el ambiente amoroso se volvió confusión por parte de Harry al ver como el lugar se llenaba de policías que estaban rodeando a Louis. El ojiazul sólo miró a Harry muy avergonzado, luchó por llegar a él pero sus intentos fueron en vano, gritó su nombre, logró hacer a un lado un par de policías, pero eran demasiados, él no pudo hacerlo... No pudo abrazar a Harry por última vez, él sabe que no lo volverá a ver jamás, ya que en unas horas estaría muerto.

–¿Qué está pasando? – preguntó Harry. – ¿Por qué se lo llevan? ¡Louis! – dijo esta vez tirando los patines a un lado y corriendo tras de él. – ¡Louis! ¿Qué está pasando?– dijo gritando, acercándose a su amado, el cual ahora se encontraba contra su auto mientras era esposado, pero siendo contenido por más policías.

Louis no pudo ocultar su tristeza, su día perfecto, el día en que sus sueños se harían realidad, se había ido al diablo. Su noche junto a Harry se había arruinado.

Aún se encontraba contra el auto, sostenido por uno de ellos y lo único que pudo hacer Louis es llorar, llorar porque había arruinado su noche, llorar porque Harry sufriría demasiado, llorar porque no pudo siquiera despedirse del amor de su vida.

Él escuchaba los gritos desesperados de Harry, sí que lo hacía, pero estaba en estado de shock. Él no quería nada de esto, él sólo quería estar junto a Harry patinando como aquella primera vez, besarlo como aquella primera vez y pedirle su mano, así podrían ser felices para siempre, como soñaron aquella primera vez en su cuarto mientras observaban las estrellas.

Lo metieron bruscamente a la patrulla, Louis aún escuchaba los gritos del amor de su vida, rogando saber qué estaba pasando. Pero allí se quedó, gritando desconsolado a Louis, quien estaba demasiado avergonzado y triste como para siquiera dedicarle una falsa sonrisa de "todo estará bien, amor" él sólo lo miró con sus ojos reflejando el mayor arrepentimiento que jamás haya sentido y con amor, un amor que ambos sabían que se tienen el uno al otro. El auto dio marcha, dejando a un Harry destrozado detrás y llevando a un Louis completamente roto. Le informaron que no pasaría por un juzgado, que su pena de muerte sería en ese preciso momento, no le importó. Al llegar a su destino los vio. Zayn, Niall y Liam, sus supuestos amigos. Se preguntó qué diablos estaban haciendo ellos allí, hasta que lo entendió, lo vendieron, pero ya no estaba de ánimo para siquiera pelear, su corazón y su alma se había quedado con Harry. Sólo se acercó a Zayn, en quien más confiaba, aún en estos momentos, y pidió por favor que al momento de su muerte, quería que él estuviese allí. Los enfermeros a cargo de su ejecución se miraron extrañados pero accedieron, no tenían nada que perder.

La hora llegó. Lo pusieron sobre una camilla y esperaron la orden del doctor para hacerlo y, llegado el momento, le inyectaron una sustancia que él supuso que sería para "ponerlo a dormir" por siempre.

Una vez que comenzó a hacer efecto miró a Zayn, quien estaba llorando, diciéndole que en esto le estaba confiando lo que quedaba de su vida.

–Entrégale esto y dile que lo amo. – dijo él con lágrimas en sus ojos y dejando en sus manos una pequeña caja de terciopelo rojo.

–Lo haré. – le respondió.

–Gracias. – Dijo con una enorme sonrisa cerrando sus ojos con una mezcla de tristeza y felicidad.

Zayn cumplió con su promesa, le entregó esa pequeña caja a Harry y le contó todo lo que había ocurrido. Harry simplemente se tiró al suelo a llorar desconsoladamente preguntándose el porqué todo aquello había sucedido, no pudo aceptar que su chico de ojos azules estuviese muerto y nunca podrá hacerlo después de abrir esa pequeña caja. Dos anillos de compromiso, uno con el nombre Harry y otro con el nombre Louis grabados en el interior, con la fecha de su aniversario, el mismo día que le hubiese propuesto casamiento. Simplemente esto fue mucho para él, no salió de su departamento en meses, sólo para el funeral de su amado, ha separado su ropa de la de Louis, para que así conservara su aroma por más tiempo y no ha tocado su lado de la cama. Todo lo que tenía que ver con Louis estaba intacto, incluido su amor. Harry llevaba puesto su anillo, con el nombre Louis grabado, y el otro reposaba en la mesita de noche del ojiazul, aún en su caja roja. Harry sabía que aunque los días pasaran y las noches cambien, jamás podría cambiar el amor que sentía por Louis. 

Night Changes. [OS Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora