-Narra Julia-
"Tan juntos no". Eso es lo que acordamos mi mejor amigo y yo decir cuando nos preguntaban si estábamos juntos. Y la verdad es que sí lo estábamos, pero prometimos no decir nada, y cuando el tuvo que marchar a Boston, decidimos que nunca volvería a pasar lo que pasó.
Carlos. Ese nombre se quedó grabado en mi mente, para siempre, como la estúpida promesa que nos hicimos.
Hoy en día mi hermana sigue echándole la culpa a él de que hoy esté donde esté. Si, en el hospital, Carlos me hizo daño, pero tal vez gracias a él soy como soy.
Y la única de mi familia que aún sigue cuidando de mi es mi hermana, Cristina. Y pienso que lo hace por obligación.
Bueno, ya os habréis dado cuenta, soy una maleducada, pero que se le va a hacer. Soy Julia, tengo 16 años, y bueno, según los doctores sufro anorexia, pero cada vez que yo me miro al espejo, creo que sufro obesidad.
Tal vez el culpable de mi supuesta enfermedad fue Carlos, pero quién sabe. Tampoco quiero culpar sin tener pruebas.
Mis padres se desentendieron completamente de mí en cuanto ingresé en el hospital. Decían que no querían una hija caprichosa y esquelética, pero bueno, que yo tampoco quiero ni necesito unos padres intolerantes.
Y bueno, tal vez os preguntaréis que fue de mi después de la marcha de Carlos. Su repentino cambio de opinión, me hizo pensar que simplemente había conocido a otra, mejor que yo, con mejor cuerpo, mejor carácter, mejor imagen... Y hasta ese momento no había tenido problemas con mi físico, pero a partir de ahí, empecé a ser muy estricta con las comidas, y evitaba comer en cuánto podía. Empecé a bajar de peso y eso me hacía sentir mejor. Cada vez que vomitaba, me miraba al espejo y sonreía, esperando que algún día Carlos estuviese en la puerta.
Ahora ya no espero eso. Lo único que espero es no volverlo a ver. Me ha hecho daño, mucho.
-Juls- Dicen desde la puerta
-Aníbal- Digo sonriendo mientras él entra
-Siéntate, que cada día tengo que repetirlo- digo moviéndome para que se siente a mi lado
-¿Como estás?- dice para después darme un suave beso en los labios
-Supongo que bien, como siempre
-Uy vaya, ¿interrumpo algo?- dice mi hermana una vez dentro de la habitación
-Idiota- Digo en voz baja
Aníbal. Lo conocí en Toulouse. Después de que Carlos se fuera, decidí empezar a estudiar danza. De eso hace 11 meses. Cris quiso acompañarme, y alquilamos un piso pequeño, cerca de la escuela. Ella iba y venía, y nunca me avisaba de ello.
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𝐓𝐀𝐍 𝐉𝐔𝐍𝐓𝐎𝐒 𝐍𝐎
General FictionCuando dos mejores amigos, se enamoran, puede pasar de todo. Son los que más daño pueden hacerse, ya que se conocen mejor que nadie. Pero, imagina que de un día para otro, esa persona desaparece, sin decir nada, se va dejándolo todo atrás, y haciend...