[Adaptación][Peraya] Prohibido.

[Capitulo 16]

[Maratón 1/5]

Singto pensó que todo estaría bien, que el hecho de que Krist y su hermano ya fueran pareja, no le afectaría demasiado, agradeciendo que ya eran vacaciones y Gxxod se la pasaría fuera con su enamorado todos los días todo el día.

Claro, Singto pensó.

—¡Nos vamos a la casa de campo! — había exclamado Gxxod entrando animadamente a la habitación de Singto mientras se lanzaba a su cama sobre Singto y le golpeaba con una almohada — No seas un aguafiestas y alista tu maleta, nos vamos a Ko Tao dos semanas con los chicos.

El moreno apagó su celular y le miró completamente confundido. No podía ser posible.

—¿Con los chicos? ¿Krist...?

—Sí, él también irá. Ayer fui a cenar a su casa para hablar con su padre y pedirle perdón por todo lo anterior y hacer a Krist desobedecerle, creo que me aceptó. De todos modos aceptó que Krist se fuera con nosotros, con unas reglas súper posesivas pero era de esperarse, Krist igual se sorprendió que su padre le diera permiso. —Singto asintió y bajó la mirada.

—¿Cuándo nos vamos?

—Hoy mismo, dentro de una hora. Nos reuniremos aquí pero antes de eso necesito que me hagas un favor. — Singto miró a su hermano a los ojos — Tienes que ir a buscar a Krist a su casa, su padre está ocupado y no dejaré que mi Krist venga en transporte público.

Singto odió como se refería a Krist como suyo. Realmente odiaba todo lo que tuviera que ver con ellos como pareja. Pero no protestó, solo dijo un silencioso "Sí" y se levantó de su cama para tomar las llaves del auto de sus padres.

Él realmente no se negó, ni siquiera había pensado dos veces en aceptar. Era un tonto, lo sabía, pero el subconsciente de Singto gritaba y añoraba ir a buscar a Krist, de verlo de cerca de nuevo y hablar con él, que Krist le sonriera, una sonrisa únicamente dirigida a él. Pero su conciencia decía que no, que estaba mal y que era tan débil que podría perder el control, podría abrazar a Krist, podría querer hablar con él, pedir perdón por todo lo que había dicho, podía desear besarle y olvidar que Krist era el novio de su hermano, no suyo, no estaba libre, no más.

Y volvió a recordarlo todo de nuevo, repitiendo y escuchando a su conciencia, ignorando sus deseos más profundos al ver a Krist fuera de su casa hablando por teléfono sonriendo y riendo de vez en cuando, luchando con sus maletas que no lograba acaparar entre sus manos y brazos.

Singto se bajó del auto y rascó su cabellera disimulando los nervios que por alguna razón le habían visitado. Krist al verle dejó de sonreír y bajó la mirada, dejando de hacer esfuerzo con las maletas que no cabían en sus manos y dejando que el moreno le ayudase.

—Sí Gxxod, Singto está aquí conmigo. —respondió Krist bajando la voz y su felicidad mientras hablaba por teléfono.

— Me alegró, deja que te ayude, de seguro traes muchas maletas. —comentó Gxxod en la línea riendo levemente.

Krist soltó una risa risueña — Has adivinado. Bien, entonces nos vemos en unos minutos. — y colgó, alzando la mirada y observando a Singto hacer fuerza al subir las maletas al maletero del auto.

—Déjame ayudarte con esas maletas. — dijo Singto con un tono cortante y débil como si tratara de huir de él. Krist lo notó.

Al momento de que el moreno se acercó a su mayor para tomar sus maletas, los dedos y Krist se rozaron a propósito contra los de Singto. Kris lo estaba mirando a los ojos al momento de tocar su mano, sus dedos, y Singto simplemente se había puesto nervioso, casi tirando sus maletas al momento de tomarlas por completo.