36- Juntos. Un nuevo final.

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 La vida puede ser muy cruel a veces, tanto así que te tira y te sumerge en un pozo sin salida, sin profundidad, cayendo, solo cayendo.

Pero ahora ambos chicos tenían a lado a la otra persona que los hacia fuertes, sosteniéndose mutuamente.

POVHarry

Habían pasado tres meses.

Hermosos tres meses.

Perfectos tres meses.

Maravillosos tres meses.

Y no podía estar más feliz por ello.

-Vamos bebé, ¿Sigues avergonzado por eso? –El solo asintió con la cabeza- ¡Pero si fue hace una semana ya!

-¡Sí! –exclamo furioso mi querido bebé, porque a pesar de que era mayor que yo, que me llevaba algunos años, lo consideraba mi bebe- ¡Pero a ti no te vieron con una erección! ¡Y claro cómo no! ¡Me dejaste tirado con una maldita erección sin ni siquiera preocuparte por mí! –se tapó la boca al decir aquella última frase, sus mejillas se tornaron de un hermoso rosado, verlo sonrojado era lo más hermoso que había en esta vida, sin duda alguna no quería decir aquello- Yo... Este... no quería decir esto –titubeo. Pero ya era tarde para arrepentirse-

-¿Así que te molesta que te haya dejado con una erección? ¿He? –Lo acorrale- Bueno podemos hacer algo con respecto a eso horita –recordaba como lo había dejado prácticamente a medio polvo, y él había salido a ver que sucedía, y lo habían pillado con una erección. ¡Ja! Pobre mí de Louis.

Estábamos en mi casa, el seguía furioso, sentado en el sillón, con los brazos cruzados sobre su pecho, haciendo pucheros, pero claramente nervioso. Me le fui acercando poco a poco, hasta arrecostándolo sobre el sofá.

-¿Lo haremos en el sofá? –Susurro nervioso mientras posaba mis labios en su mejilla-

-No –sentencie- Solo te consentiré un rato ¿O no quieres? –el solo asintió-

Empecé a besarlo, tocarlo por todas partes, proporcionándole caricias que hacían que su piel se colocara de gallina, que se erizara bajo mi toque. Mordisquee el lóbulo de su oreja, y de sus labios se escapó un pequeño gemido, eso me hizo sonreír contra su piel. Seguí tocándolo me toco la libertad de tocarlo para su camisa, acariciando ese abdomen tan perfecto que poseía. Fue repartiendo besos a lo largo de todo su cuello, haciéndolo suspirar. Me tome el valor con los nervios a flor de piel de descender más la mano y tocarle la entrepierna. El gimió. Y note lo duro que estaba.

Me separe de él y me levante del sofá logrando que hiciera un enorme puchero. Donde plante un suave beso.

-Vamos arriba –ordene prácticamente. Él se paró y cuando fue a dar un paso lo agarre de la cintura y lo acerque a mí- Vamos sube yo te cargo. –y como todo buen chico que era enredo sus piernas alrededor de mis cintura. Empezando a besarlo. Descaradamente pose mis manos sobre sus nalgas, haciendo que el gimiera en mi boca. Note como lo hacía a apropósito. ¡Sí que lo hacía a propósito! Mientras subía la escalera con él en brazos, se situó en toda la punta de mi pene, moviéndose, restregándose contra mí. Cosa que hizo que solo me colocara más duro.

Llegamos como pudimos a la habitación, con los torsos desnudos.

Lo coloque suavemente sobre la cama, volviendo a besarlo y a proporcionarles caricias en todo su cuerpo.

En cuestiones de segundos ambos estábamos desnudos piel con piel. Soltando gemidos y jadeos solo con toques que nos dábamos en nuestros miembros. Sin saber qué hacer. Cuando por fin hablo.

-Harry...

-¿Hmm?

-Tengo que decirte algo –y se separó un poco de mi mirándome a los ojos- Soy virgen –y oculto su cara en mi cuello, me pareció de lo más tierno aquella imagen-

-¿Nunca has estado con un hombre? –pregunte incrédulo. El solo negó con la cabeza. Oh...... ya veo a que se refiere, eso sí que es un detalle- Quieres decir que... –trague saliva- ¿Eres virgen de por atrás?  -el solo asintió- ¿Quieres... hemm... -titubee un poco- ....ser tops? –No me agradaba mucho la idea de ser pasivo pero por el haría cualquier cosa-

-Si –susurro por fin saliendo del escondite de mi cuello- ¿Me dejas?

-¿Por qué pesantes que el pasivo serias tú?

-¿Es obvio no? –Soltó como si fuera la cosa más obvia del mundo- Tu eres más alto, más fuerte, y yo soy muy bajo. –se ruborizo-

-Vamos no te avergüences, seré yo el pasivo esta noche. Pero no te acostumbres ¿He?

El solo sonrió.

Volvimos a besarnos esta vez con un poco de desespero. Se situó entre mis piernas, metiendo un dedo en mi entrada.

¡Joder!

Sí que dolía. Había pasado mucho tiempo desde que algo entro allí.

-¿Te duele? –pregunto algo temeroso. Yo solo negué-

Una vez que mi cuerpo se acostumbró a su dedo, introdujo otro. Preparándome. Dilatando. Para que después entrara algo mucho más grueso. Gemí y moví mis caderas al ritmo de sus dedos. Necesitando más.

Él lo noto y preparo su pene con una leve masturbación, se introdujo en mí, suave, con amor, temeroso de romperme. Y yo como un desesperado quería eso ¡Que me partiera en dos!

-Ahhm –lo escuche gemir mientras me embestía-

-Louis, más... más... por favor –suplicaba entre jadeos-

El aumento el ritmo. Una fina capa de sudor nos recorría el cuerpo.

Sacaba y metía.

Sacaba y metía.

Sacaba y metía.

Sacaba y metía.

Sacaba y metía.

Sacaba y metía.

Y yo solo moría de placer.

-Me corro –dije entre tanto placer.

-Córrete para mi bebé –dijo sobre mis labios besándome, y agarrando mi erección para masturbarme, y solo aguante unos segundos. Y me corrí en su mano. Gritando su nombre. Derramando mi propia semilla sobre mí pecho.

Una penetración más. Y él se vino dentro de mí.

-Eres excelente en la cama, un agujero tan estrecho para mí. –susurro acostándose a mi lado y acurrucándose sobre mi pecho. Nunca lo había escuchado decir palabras sucias.-

Pero me gustaba.

Y me ponían a cien.

-Te amo –dije plantándole un beso en la frente- Prometo cuidarte- y lo abrase más a mí- Sostenerte en los momentos más difíciles de tu vida, estar hay para ti cada vez que me necesites, tu solo di mi nombre y estaré allí para ti. ¡Lo prometo!

Y nos quedamos dormidos.

One Shots {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora