Amor al otro lado del charco (narrado por Alemania)

Capitulo I

Soy Alemania, y muchos me conocen por razones muy diversas, desde pura casualidad, hasta interes puro, casi todos me reconocen por haber sido uno de los paises  mas crueles en la epoca de las guerras mundiales, y la verdad, eso me molesta bastante, no me gusta ser recordado solo por lo malo, por ejemplo, yo fui el lugar de nacimiento de grandes genios como lo han sido Albert Einstein, Erwin Schrödinger, etc. y la verdad, me gustaría que me reconocieran como el pais de los genios, y sé que suena algo egocéntrico de mi parte, pero para mi sería suficiente con solo que no piensen en mi solo por las guerras mundiales, ya eso me complacería. Como sea, no estoy escribiendo esto solo para quejarme, sino para decir que sucedió este día... un día que empezó como cualquier otro, pero que cambió por completo mi vida...

Como ya dije, el día de hoy empezó como cualquier otro, me desperté con el despertador, el cual me irritó al máximo, luego me levanté, hice lo que una persona hace después de levantarse, me fui al trabajo, solo para que Rusia me empezara a molestar...

Rusia: hola, pequeño *me acaricia la cabeza como a un gato*

Yo: (este puto comunista) hola, gordo *le dije algo molesto*

En eso llegó un país el cual no conocía (pero puedo asegurar que estaba muy bonita y me enamoré de ella a primera vista), al parecer había llegado a discutir con Rusia de yo que sé, tal vez asuntos que no me importaban para nada, su nombre era Venezuela.

Venezuela: buenos días Rusia, espero no estar interrumpiendo en nada

Yo: (gracias, de verdad colaboras distrayendo a este comunista desgraciado)

Rusia: hola, Venezuela, en que puedo ayudarte?

Venezuela: yo... eh... tú dijiste que hablaríamos sobre un acuerdo para poder salvarme *dijo con algo de pena*

Rusia: ooh, es cierto, lo siento mucho Venezuela, lo había olvidado, dejémoslo para otra ocasión, ok? *dijo con un tono de voz fingido*

En ese punto, yo ya supe que solo estaba intentando evitarla para poder molestarme, y la verdad, ya estaba dando unos cuantos pasos hacia atrás para irme, después de todo, ni siquiera era de mis asuntos... hasta que de repente Venezuela golpeó la mesa y me asustó, entonces regresé mis pasos de inmediato, entonces dijo muy enojada

Venezuela: ¡¡¡Rusia!!! ¡¡¡No tengo tiempo para estas pendejadas, tú sabes lo mucho que necesito que me ayudes ahora!!! Si no me ayudas, voy a... voy a... ¡VOY A DESAPARECER DEL MAPA!

Yo me asusté, y comencé a poner una mirada aterrorizada cuando vi que Rusia tenía su mirada enojada y algo asustada por lo repentino que fue eso... en eso, parece que Venezuela se arrepintió de lo que dijo, se paralizó, tenía una mirada de miedo, al parecer estaba aterrorizada porque Rusia era muy fuerte, y por lo que había escuchado, el también era machista, y creo que también estaba asustada por mi, porque yo provoqué dos de las más grandes guerras de la historia, y luego se tapó la boca y logré ver que unas lágrimas se escapaban de sus ojos antes de que saliera corriendo sin ni siquiera saber a donde iba.

Rusia: vaya, eso fue raro, y algo estresante, no crees, pequeño?

Yo solo me quedé callado con la mirada algo aterrorizada, pero ya me estaba tranquilizando un poco.

Rusia: hola? Pequeño? Me estas ignorando?!

Yo solo me negué con la cabeza silenciosamente, y al parecer después de un rato Rusia se hartó de molestarme, al parecer quería evitar enojarse.

Rusia: vaya, todos están raros el día de hoy... mejor me voy, me da igual lo que todos estén planeando, no es asunto mío...

Tan pronto Rusia se fue, tan pronto pude respirar con más tranquilidad, y luego reaccioné y me di cuenta de que Venezuela se fue en dirección a uno de mis campamentos militares de defensa, así que fui a seguir sus pasos, y cuando llegué, la vi en el suelo tapándose la cara, al parecer estaba muy estresada, y a pesar que que mis pasos eran algo ruidosos porque llevaba unas botas que no estaban específicamente diseñadas para el sigilo, me ignoró, hasta que le hablé.