—¿Me estas diciendo que la única manera de que ella se vaya es asesinando su prometido?
—Amir, yo si tengo soluciones.
—Ariadna, esto es declaración de guerra, Meribeth insinuará que lo hicieron los franceses por su protestantismo.
—Pues le daremos la culpable del asunto.
Él se levantó del sillón y me dedicó una cruda mirada.
—No permitiré que culpen a mi madre de asesinar.
Me levanté y le enfrenté.
—Si lo ha hecho—Le aclaré—¿Se te olvida quien estaba tras amenazas a mi persona? Suerte que no dije nada, o hace quince años habría muerto.—Me acordé en ese breve momento que la que quería quitarme el trono francés era nada mas que la reina madre—Pues ha llegado la hora de hacer su sacrificio, además, está enferma y el fin justifica los medios.
Amir lo pensó.
Bien era dicho por Aram:
"Amir mataría por ti, quien trate de dañarte pagaría con su vida, pues él no lo permitiría, y yo, Aram Missland, moriría por ti, seria capaz de dar mi vida con tal de que tu integridad no se viera afectada y Ariadna; es así como te estas convirtiendo en la perdición de los Missland".
Esas palabras se quedaran grabadas por siempre en mi mente, pues sé que serán cumplidas por ambos.
—Está hecho, ordenaré que el exiliado Luciano muera por accidente en un torneo, siendo la causa de su muerte, una flecha fantasma.—Dijo Amir mirando al pequeño Antonio por la ventana.
Esas palabras son música para mis oídos.
Necesito que Luciano muera, es la única forma de estar a salvo.
—¿Será el torneo de mañana?—Pregunto curiosa.
—Si, al medio día exactamente.
Necesitaba el momento exacto; por mi bien no debería estar cerca cuando esto sucediera, tenia que estar con alguien que rectificara mi cuartada.
Estar cerca de Meribeth junto a Carlos seria lo indicado.
(...)
—¿Se siente bien su majestad?—Es la pregunta numero veinte de Edward.
Resoplo.
—No es de un dama hablar de estos temas, pero tu eres mi consejero—Me excuso—Hace muchos meses Carlos y yo no tenemos intimidad—Me acerco a mi ventana viendo como Celina y Antonio juegan junto a su tío Aram.—Él dice que está muy ocupado con temas de la corona, pero los rumores que le han llegado a mi dama Margarita tratan de que está teniendo aventuras con cortesanas y una archiduquesa en particular.
Edward se levanta de su asiento quedando más cerca a mí.
—¿Y usted mi reina, cree que sea cierto?
No lo sabia.
No tenia la certeza de que sería cierto.
—¿Crees que debería aceptar las propuestas de Aram?
—Claro que si mi reina; desde que tenga sumo cuidado en otro pequeño heredero, pues como me cuenta no creo que Carlos crea que seria suyo.
—Es lo único que me preocupa, pero quiero hacerlo.
—Alteza, hago lo mismo con mis caballos.
—¿Los montas?
—No, los reemplazo.
(...)
—No deberías entrar así a mis aposentos.—Reclamo.
—Soy tu esposo Ariadna, lo puedo hacer.
Bufé.
—¿Qué quieres Carlos?
—Quiero que le cumplas a la archiduquesa Anette con lo que prometiste.
Está loco, completamente loco.
—¿Las tierras de Ruán?
—Las mismas—Contestó Carlos.
—No le daré tierras, no creas que cumpliré con ello aún sabiendo que es tu amante.
Carlos me toma del brazo, como es su costumbre.
—Claro que se las darás, lo prometiste.
Le empujo lejos casi haciendo que caiga.
—Es lo que hacemos los reyes—Encaro al rey de Francia de nuevo—Hacemos promesas a todos y las que le sirven al reino se cumplen, y las que no, nunca pasan.
Carlos sale hecho furia de mis aposentos.
No quieras Carlos ser el siguiente en la lista.
No quieras correr el mismo destino de Luciano.
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Felipe en multimedia.
AnyiLi 🌻
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Dos Reyes Una Reina ©️
Ficción históricaTranscurre el siglo XVl ; época en la cual Ariadna Bvalua Lafaurie gobernará dos naciones (España e Inglaterra) sus creencias y culturas hacen que obligadamente despose a dos futuros gobernantes. En esta travesía tendrá que elegir no por amor, tendr...