PRÓLOGO

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Tom Christian Anderson, queda declarado culpable por los asesinatos de las familias... - cuando el juez terminó de nombrar todas las familias asesinadas hizo una breve pausa para mirar a mi padre y sin retirar la mirada dictaminó - se le condena a pena de muerte.

El ensordecedor golpe del martillo sobre el estrado declaró por finalizado el juicio.

La pesadilla se está repitiendo. Hace siete años mi abuelo fue ejecutado acusado de los mismos crímenes contra los que ahora estaba luchando mi padre.

No supe como reaccionar, me quedé en mi sitio, incapaz de moverme.

El ruido de la gente levantándose de sus asientos me sacó de mis pensamientos.

- Es hora de irnos Kya - me dijo mi hermano mientras intentaba levantarme agarrándome del brazo.

Chase era el único que traía estabilidad a nuestra familia. Aunque aparentaba estar bien, yo sabía que en el fondo era el que peor lo estaba pasando. Pero no podía dejarse llevar por sus emociones teniendo a su hermana pequeña y a su padre a punto del colapso.

-Chase, yo... - mi hermano me envolvió con sus brazos y yo me permití ese pequeño momento de debilidad en el que lloré ahogando mis sollozos en su pecho. Ese tema ya estaba sobrepasando mi control y no aguantaba más. Lo único que me quedaba era Chase, el que, a pesar de todas las veces que me había roto, él había juntado todos mis pedacitos, como estaba haciendo en ese mismo momento.

Cuando por fin conseguí contener mis lágrimas, nos separamos y nos acercamos a donde estaba nuestro padre para intercambiar unas breves palabras antes de que se lo llevasen.

-Chase... cuida de tu hermana y... - antes de que pudiera acabar la frase mi hermano le interrumpió.

-Esto no está bien, se que ha habido un error... ¡Y lo demostraré papá! - pude ver como apretaba sus puños a ambos lados de su cuerpo.

-Prométeme que no harás ninguna locura - repuso mi padre seriamente. - Sabes que todo esto es complicado.

-Todo esto es una mierda - resopló.

En ese momento, mi padre se giro ligeramente hacia mi.

-Cariño... cuida también de tu hermano - dijo casi en un susurro para que solo yo lo escuchara.

-Papá... no puedo perderte... eres lo único que nos queda... - reprimí un sollozo - te quiero.

-Yo también te quiero... - y colocándose otra vez en frente de ambos continuó - a los dos os quiero - remarcó seriamente - chicos, tengo que deciros algo importante...

-Señor Anderson se le acabó el tiempo.

Dos guardias de seguridad agarraron a mi padre y le escoltaron hacia la salida sin darle ni siquiera tiempo de terminar la frase.

- ¡Buscad la llave! ¡Buscad la llave! - gritó.

- ¿De que estás hablando? - pregunté confusa.

- ¡Vuestra madre tiene la llave! - fue lo último que conseguí oír antes de que cruzarán la puerta.

En el silencio de la sala, me quedé pensando en lo que dijo. Acto seguido, escuché a mi hermano murmurar.

-Te sacaré de ahí, te lo prometo.

Me sorprendió la determinación en su voz, tanto que me daba miedo pensar lo que podía llegar a hacer.

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⏰ Última actualización: Jan 03, 2020 ⏰

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