"El polvo de hadas es extremadamente fino. Pero es la fuerza más poderosa del universo y a su vez la más frágil. La magia de éste, es una avalancha de mariposas en el estómago, es la sonrisa involuntaria, el sol que se enciende en tus ojos al mirar...
Caminé apresuradamente por el enorme jardín de la residencia, para llegar a mi lugar favorito: El Lago.
Los zapatos nuevos de marca Dolce Gabbana no me dejaban caminar rápido, a lo lejos se escuchaba la música y las voces de las personas que había dejado en la fiesta de aniversario de mis padres, dentro de mi saco escondía el libro que mi padre mando traer desde el Mediterráneo para mí, era un libro antiguo que databa desde el siglo IX, escrito a mano con portada rústica, sólo había cuatro en todo el mundo, dos en museos de Grecia y Praga, uno perdido y el otro era el que yo tenía en mis manos. No había nada que mi padre Siwon no pudiera conseguir para mí.
Ese era un regalo como condición para asistir a dicha fiesta y conviviera con las personas. Ni siquiera conocía a nadie, ¿Qué de importante hay en platicar, beber y bailar? Nada. No podía dejar de leer, había llegado a la parte más importante del libro y me carcomían las ganas de saber que pasaba.
Llegué al lago, quité mis zapatos y me senté en un lugar poco alumbrado, la luz tenue decoraba todo el jardín, saque mi libro y me dispuse ha leer.
Resultaba interesante la forma de ver toda una sociedad unida, el mundo era algo raro y celestial, lleno de secretos. El libro narraba historias, que en el tiempo escrito habían sucedido convirtiéndose en leyendas.
Había una razón para que yo creyera en eso: mi pulsera.
Una mujer que me encontró en el bosque el día que me perdí, me la obsequió, "el dije" es una pequeña botellita, dentro tiene una especie de escarcha blanca fina, con estrellas, desde entonces no me la he quitado, supongo que quiero creer que es un amuleto de buena suerte. Hace unos años comencé la investigación de algunas historias sobre dijes antiguos y su significado. Es por eso que insistí en que mi papá me comprara el libro.
En el libro había un dibujo de esa pequeña botella.
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Decía que era polvo de hadas, mi corazón comenzó a palpitar rápidamente, lo que decían esas mágicas palabras con tinta roja era:
“El polvo de hadas es extremadamente fino. Pero es la fuerza más poderosa del universo y a su vez la más frágil. La magia de éste, es una avalancha de mariposas en el estómago, es la sonrisa involuntaria, el sol que se enciende en tus ojos al mirar al ser amado”
Jamás había abierto el pequeño frasco y supuse que había llegado el tiempo de hacerlo. La abrí, quité el tapón de corcho y puse poco en mi dedo y pensé en la palabra FELICIDAD, y sople, el polvo se esparció en el agua del lago. ¿Y si era verdad? ¿Y si el polvo de hadas tenía esos mágicos poderes? ¿Debería creer? Mi mente necesitaba respuestas o solo debería tener fe.
De pronto el agua del lago chispeo justo en mi cara y en mi libro, estaba indignado, quien tenía la osadía de mojar mi preciado libro, quien sea debe de ser un troglodita en potencia, voltee mi cara y ví la silueta de un chico que lanzaba piedras al lago.
-¿Disculpa?- la ira me cegó, ni siquiera me importaba quién pudiera ser ya lo odiaba.
El chico se acercó
-lo siento, no pensé que hubiera alguien aquí
-mojaste mi libro, imbécil- yo trataba de limpiar mi libro escrito a mano con tinta china
-espera iré por algo para limpiar tu cara
Se fue un poco preocupado, mientras yo trataba de limpiar mi libro y que sus hojas no sé estropearan.
- Byun Baekhyun
-¡¡appa!! – me había dando un susto que solté el libro. No quería que lo viera
-he estado buscándote por todos lados. Mira como estás, no puede ser ¿Dónde están tus zapatos? mira cómo está tu cara- sacó un pañuelo y la limpió- vamos, tus padrinos quieren saludarte.
