Confusión

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Todos al llegar a la mesa ordenaron rápidamente y platicaron entre ellos. El ambiente lucía más relajado. Jungwoo se veía tranquilo. Doyoung... pues Doyoung tenía en el rostro una expresión entre tranquila y preocupada. Imbécil.

—creo que deberíamos de ir a festejar nuestra última noche en Hawái. ¡Al bar!— propuso Jaehyun.

Chittaphon se rehusó pero nada funcionó para convencer a los demás de no ir. Llamaron a una niñera, el rubio prometió no tardar y comprarles algo al regresar a Corea si se portaban bien.

Ya en el bar, todos comenzaron a tomar animadamente, todos excepto Chittaphon, quien cuando los demás se distraían tiraba sus tragos a una maceta estratégicamente situada junto a él.

Un par de horas más tarde todos estaban ya bastante tomados, Jungwoo reía de todo, Doyoung aplaudía como retrasado mientras también reía por cualquier cosa, Jaehyun contaba historias estúpidas que hacían reír a todos. Chittaphon por su parte a pesar de no estar tomado como ellos, se reía bastante de lo dicho por el castaño.

—bueno chicos yo ya me voy a dormir y les recomiendo que también lo hagan. — Chittaphon se puso de pie pero fue detenido por una mano grande sosteniendo su brazo.

—Yo-Yo también ya me voy. — Doyoung se puso de pie junto a él.

Se fueron entre quejas de los otros dos que iban a amanecer ahí, que no pensaban dormir. ¡Dejemos ir a los aguafiestas! ¡No se diviertan demasiado sin nosotros!

— ¿a-a donde me llevas, cariño?

—a tu cuarto, ¿A dónde más?

— ¡no! Yo quiero ir contigo. — protestó el alto parándose en seco.

—No puedes dormir todos las noches en mi cuarto, Doyoung.

—solo hoy y ya. Por favor...— hizo cara de cachorro.

—De verdad será la última vez, ¿entiendes?— sentenció el bajito entrando a su habitación arrastrando al alto. Y pues se supone que en verdad lo sería, ni modo que en Corea Doyoung vaya hasta su casa para dormir con él, ¿o sí? No, no.

—Sí, capitán. — saludó como soldado.

Al entrar al cuarto, el alto cerró la puerta con seguro y se recargó en ella. Chittaphon no prestó atención y se metió al baño a ponerse el pijama. Cuando salió, de inmediato los brazos de Doyoung lo recibieron.

— ¡Yah! ¡Suéltame borracho!— trató de soltarse.

—nnno, solo te suelto si me das un beso.

—yo no beso borrachos.

—pero por mí lo harás, ¿verdad? Además nosssstoy taaaan borrachchcho.

—Tú no tienes remedio. Ya suéltame.

—solo uno. Anda. ¿Sí?— actuó como niño chiquito.

El rubio rodó los ojos fastidiado. Miró por fin hacia el alto y juntaron sus bocas.

Chittaphon deseaba tanto besar sus labios, recordó lo dicho por Jungwoo en su mente y eso lo hizo añorar más el sabor del otro. Lo que inició como algo sin importancia se volvió un beso intenso, lleno de pasión y deseo, pero también se sentía algo más. Algo que no se atrevían a decir con palabras.

Doyoung amaba tanto estar con Chittaphon. Exacto. Amor. Eso es lo que siente por Chittaphon.

Imbécil.

Un esposo de mentiras [DoTen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora