32.En Tu Presencia

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AMELÍA

Despierto y lo primero que veo es el techo viejo de la iglesia, es de día. Me encuentro acostada en donde eh estado durmiendo con Dylan desde que llegamos.

Todos los recuerdos de lo que paso esa noche llegan a mi mente. Mis ojos se empañan y trato de reprimir un sollozo, no tenía control de lo que hacía, nunca quise hacerle daño a los chicos, me sentía débil, a merced de ese demonio.

Fue horrible

Trato de levantarme, pero mi cuerpo pesa, no puedo moverme, es como si mis músculos estuvieran dormidos

Desisto y me quedo recostada, mi cabeza empieza a doler ante los recuerdos, momentos antes de que llegaran los chicos...

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No podrás protegerlos

—¿Y que sabes tu? —espeto temblando de frío

—Porque al final terminaras haciéndoles daño tu misma, siempre has sido un parásito

Siento como las lagrimas resbalan por mi rostro lleno suciedad y sangre

El demonio se transforma en una chica; de piel morena, rasgos finos y algo aniñados, cabello negro hasta la cintura y grandes ojos azules; y se acerca a mi, toma mi mejilla en su mano y me regala una sonrisa sádica

—Eres tan hermosa —hace un pequeño puchero Que mal que eso no durará por mucho, cuando acabe contigo ni Dylan querrá verte

Le escupo en la cara —No metas a Dylan en esto

Ella me abofetea y yo escupo sangre, aprieta las cuerdas que me sujetan las muñecas y el simple roce me deja la piel en carne viva, toma la cuerda que cuelga del otro lado del árbol y hala de ella para subirme más arriba, hasta que mis manos rozan la rama de la que cuelgo

Mi cuerpo ya no me responde, la sangre me viste de pies a cabeza, la cual gotea debajo de mi

Soy Rara Por Creer En Ti  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora