Un esposo de mentiras [DoTen]

Epílogo

Estaba por acabarse las uñas, a poco de llegar a la carne de sus dedos, pero Nahhh, no estoy nervioso, es solo mi boda, con el hombre que amo y con quien quiero pasar el resto de mi vida. Pfff ¿por qué debería estar nervioso? Ese era Chittaphon cada que le preguntaban, ¿acaso no era suficientemente claro para todos que estaba siendo consumido por los nervios?

—Sé que lo peor que podemos decirte es que te calmes, pero créeme que todo resultará bien. Cuando Johnny y yo íbamos a casarnos, yo estaba peor que tú, estuve a punto de no llegar a la boda. — Yuta, quien se encontraba re acomodando el moño de su traje por sexta vez, le dijo de manera tranquila. Le contó que al tratar se escaparse su tobillo le hizo una mala jugada arruinándole su escape y en ese momento lo encontró su madre, quien lo llevó donde todos los invitados y Johnny lo esperaban.

Eso no tranquilizó ni le pareció gracioso a Chittaphon, al contrario de Lucas que empezó a reír fuerte justo antes de reaccionar y comenzar a hacer pucheros porque ¿ibas a dejarlo ahí solo?, estresando más al pelinegro.

—En verdad no están ayudando. ¿Lo saben? ¿Dónde están Jaehyun o Jungwoo? Ellos me habrían golpeado o algo para tranquilizarme, no como ustedes que solo consiguen que me ponga peor.

—Junto con Johnny, fueron a ver a Doyoung, pero no te preocupes, les diremos que vengan ellos contigo. — Yuta pareció algo molesto por no ser requerido por su amigo.

Luego de eso, en efecto, el chico japones llamó a su esposo y cinco minutos después Jungwoo, Johnny y Jaehyun entraron por la puerta con el último gritando montón de llorones sentimentales, vayan con el llorón mayor que nosotros nos encargamos de Chittaphon. El nombrado pareció algo aliviado con solo verlos entrar. Juraba que iba a matar a esos dos si seguían con sus intentos nada efectivos de tranquilizarlo.

—Si te veo acomodarte ese jodido moño otra vez, te juro que dejo viudo a mi primo antes de casarse. — su amigo lo miró amenazante.

—Chittaphon, si quieres dejar a Doyoung en el altar plantado, es el momento justo, podemos llamar a Yugyeom y que venga por ti. —Dijo Jungwoo apuntando a su móvil.

—Jae, recuérdame por qué les contaste lo de Gyeom. Fue en la universidad, ¿Quién sigue enamorado de su novio de la universidad luego de tanto tiempo?— el futuro esposo de burló.

Johnny comenzó a reír contagiando a todos de su risa que aunque no era tan peculiar como la de Lucas, los ayudó a olvidarse de los nervios prenupciales, que Chittaphon cree que más bien le fueron contagiados por Yuta y el novio de Jungwoo.

Cuando Yuta y Lucas entraron donde se encontraba Doyoung, se extrañaron un poco al verlo tan tranquilo parado frente al espejo acomodándose el traje con una expresión seria y el ceño fruncido, por lo dicho por Jaehyun, esperaban verlo peor que Chittaphon. Todo concordó al momento en que este captó su presencia en la habitación.

Los miró con una sonrisa de maniático que después de lanzarles millones de preguntas con respecto a cosas sin sentido como el clima o si se habían vuelto más altos. A los segundos, explotó.

—No puedo con todo esto, ¿Qué pasa si cometo un error? O ¿si digo mal mis votos? Y piensa que por eso no lo amo o que soy idiota—respiraba de forma agitada.

—Doyoung, todo saldrá bien, ambos se aman, han pasado por mucho y hoy, el día de su boda, nada malo va a pasar, ¿me escuchas?— Lucas lo había tomado del rostro para que este lo mirara y se concentrara en sus palabras, hasta un chico joven podía ver las cosas con más calma que él. Entre ello y lo que le dijo Jaehyun antes de irse ya estresado por verlo caminar de allá para acá y casi llorando consumido por el miedo, al fin había logrado tranquilizarse un poco porque si Chittaphon no se alejó de ti en todo este tiempo y te soportó tanto sin ser algo, ahora que puede reclamarte y partirte el culo de una patada con toda libertad, definitivamente no va a dejarte. Internamente agradeció que no estuviera más ahí su primo porque le habría dicho también algo como Chittaphon sabe que eres idiota. Bien podía Doyoung aprender un libro de medicina enterró en tiempo record sin equivocarse y se preocupaba por simples votos.