"Frágil"

El otoño inicia

"Desde que te fuiste no hay un solo día en el que no deje de pensar en ti y, en mi amarga soledad, he llegado a pensar que es tiempo de dejar el pasado atrás y empezar de nuevo porque aunque aún te amo, no puedo darme el lujo de dejarme caer en el abismo que ha sido mi vida desde que no estas junto a mi... junto a nosotros".

-Te lo digo en serio, el jefe esta buscando personal nuevo y sería una buena oportunidad para ti-Dentro de la cabina de aquella radiodifusora se hallaba un joven de cabellera pelirroja el cual terminaba de acomodar los micrófonos.

-No lo sé, necesito el dinero para pagar la renta de este mes pero no es como si tuviera experiencia trabajando como mesero o lo que sea que necesiten allí-Junto a él un joven de largos cabellos castaños, mirada de tono jade y lindo tono de piel canela.

-Eren, saliste de tui casa en busca de libertad, pero si sigues dependiendo de tus ahorros no vas a sobrevivir. La ciudad es cruel, amarga en las noches y solitaria si no tienes alguien en quien apoyarte-Aquel joven se rasco la cabeza, estaba entre la espada y la pared.

-¡Ah! De acuerdo, iré a la entrevista pero no te prometo nada. No soy bueno en las labores domésticas y espero que tu jefe sea consciente de eso-Una enorme sonrisa en el rostro de aquel chico pelirrojo se dibujó tras escuchar a Eren.

-Hombre, serás de gran ayuda-Un codazo y ambos iniciaban con la transmisión de esa noche.

Una pequeña estación de radio en la que Eren trabajaba como locutor, aunque no ganaba lo suficiente al estar rentando un departamento en una ciudad diferente donde no conocía a nadie.

Había sido una suerte encontrase con uno de sus viejos amigos de la infancia, mismo que lo convenció de postular para trabajar como locutor y aunque Floch le había mencionado el vivir juntos, Eren declino la oferta al saber que la casa de su amigo era pequeña.

Además dos betas masculinos viviendo solos no se miraba para nada bien ante los ojos del mundo en el que vivían.

-Esta es la cafetería de la que te hable, tiene poco tiempo de haber sido reinaugurada-Floch abrió la puerta y la campanita sonó.

Dentro el ambiente era confortable, con agradable aroma a canela y café tostado. Las fosas nasales de Eren se impregnaron con el dulce aroma de aquel lugar e inconscientemente sonrió porque el aroma le recordó el tiempo en el que vivía con sus padres.

-Buenos días ¿En que les puedo ayudar?-Tras el mostrados una persona, un jovencito de unos 15 años el cual usaba un mandil de tono negro.

Sus largas pestañas de tono rubio cenizo al igual que su corto cabello y esos ojos de lindo color miel aunado al blanco tono de su piel.

-Hola Falco ¿Aún necesitan personal?-Aquel jovencito sonrió enorme al reconocer a la persona que acababa de entrar.

-Claro, yo estoy por volver a clases y mi madre necesita quien lo apoye. Hasta hace poco tenia una persona que nos ayudaba a atender a los clientes pero... ya sabes como es mi madre de especial-Sonriendo algo tímido.

Aquel chico se miraba agradable y Eren no podía estar más que tranquilo al saber que esa cafetería era como cualquier otra a la que había asistido antes. Aunque la diferencia radicaba en que allí se percibía el típico calor hogareño.

-Él es Eren y lo traje para que lo entreviste el Sr. Levi-Los clientes eran pocos en esa mañana, si acaso dos chicas que estaban en una mesa del fondo disfrutando de un buen café acompañado de un mont blanc.

.Mi madre está en la cocina preparando una tanda de postres para la tarde. Pero, tomen asiento, si no llevan mucha prisa y están dispuestos a esperar al menos les puedo ofrecer un café y una rebanada de pastel ¿Qué opinan?-Falco sonreía amable.