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El timbre del elevador suena y las puertas de acero en las que puede ver su reflejo se abren.

Jongin da un paso hacia fuera dando espacio a que salgan también las otras personas que bajaron con él. Jongin mira a todos los lados del recibidor no sabiendo realmente que rumbo tomar y le da vergüenza preguntar ya que no sabe si su coreano es bueno incluso si sus padres siempre lo obligaron a hablarlo con ellos en casa.

El hotel es grande en blanco minimalista. Todo lo contrario, a su anterior casa que prácticamente era un loft hogareño en colores madera.

Mira unos minutos todo el lugar. Suspira y toma la opción de caminar hasta la recepción para preguntarle a la chica donde podría...

-Ufff, - es el sonido que sale de Jongin y se siente desequilibrado, pero no cae gracias a que una gran mano lo sujeta del brazo izquierdo para que no se estrelle en el suelo.

-Oh dios, ¿estás bien? ¿No te lastimaste? - dice una voz profunda que se instala frente a él.

Jongin mueve la cabeza tratando de ubicarse y cuando levanta la mirada una gran figura abrigada invernalmente elegante esta delante.

-Ahm, sí. Creo que sí. - Jongin se para recto y la mano del desconocido frente a él cae al igual a la que lo está sujetando su brazo.

-Que bien. Lo siento. Yo solo venia caminando y tú giraste un poco rápido y simple...

-chocamos. - Jongin dice al mismo tiempo que el extraño que al segundo se ríe porque ambos dijeron la misma palabra.

-Sí, chocamos. - dice esta persona que no conoce mientras se rasca un costado de su cuello sobre el borde donde termina su cuello de tortuga marrón. -Ahmm, ¿eres nuevo? ¿Permanente o de visita? Jamás te había visto aquí.

Un pestañeo, dos, tres y...

Jongin asiente dando un paso de costado cuando alguien pasa y lo golpea, para así no interrumpir el camino a las personas. El desconocido hace lo mismo. El chico tiene un blazer oscuro gamuzado y jeans oscuros ceñidos a sus piernas haciendo que sus piernas se vean más largas con esas botas de punta y tiene una mochila café de cuero colgando de su espalda.

Sus pies automáticamente se mecen sobre el piso.

-Permanente y... eh... anoche, llegamos anoche. - dice Jongin mordiéndose el labio inferior observando como el chico asiente en forma pensativa antes de sonreír rápidamente.

-Oooh, genial. Yo he vivido aquí prácticamente toda mi vida, todos me conocen. Estoy en el décimo piso. - dice apuntando arriba y sus ojos saltones le llaman la atención a Jongin. -Ah, por cierto soy Chanyeol. Park Chanyeol. - dice ofreciendo su mano y Jongin mira la mano extendida.

-Jongin. Kim Jongin. - Jongin toma la mano un poco vacilante y el apretón que este chico, su vecino Park Chanyeol le da, es fuerte y sus dedos largos casi envuelven toda su mano.

Chanyeol sonríe y Jongin siente que su corazón late demasiado rápido, de repente.

-De acuerdo Jongin-ssi, ¿Dónde ibas que estabas tan distraído?

Jongin abre la boca y siente sus palmas sudorosas porque está un poco nervioso, esta es la primera vez que interactúa con alguien de esta ciudad y habla coreano con alguien que no sean sus padres.

-No lo sé, solo... solo por ahí supongo. - dice encogiéndose de hombros mirando a lo lejos a la entrada del hotel.

Chanyeol lo mira confundido por unos instantes antes de sonreír, -Oh. Entiendo. - Dice, -ibas a conocer a los alrededores, ¿cierto? - con los ojos también en la puerta de vidrio grande de la entrada Jongin asiente.

Te amaré por un largo tiempo | ChankaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora