- ¿acaso has vuelto, Damon? – Dijo mi madre con una mueca en su boca que era muy similar a una sonrisa, pero sus ojos permanecían inexpresivos o tristes.
- Estoy preocupado. – Alcanzó a mencionar papá, tomó asiento en la cama y vio a mamá con expresión molesta, ella no fue menos hostil.
- ¿Qué quieres?, ¿a qué has venido si tu deber era dejar a mi hijo en la puerta y largarte? – Dijo enojada.
Papá tomó aire suspiró y sorprendentemente en vez de gritar uso un tono tranquilo de voz. - ¿Qué ocurre? – preguntó.
- ¿qué te importa? – respondió ella.
- Hijo, ¿puedes ir a la cocina por dos vasos de agua y un paquete de galletas?, ponlos en la mesa del comedor y espéranos allí. – me ordeno con una sonrisa, a lo cual obedecí alejándome con velocidad.
- ¿qué mierda estas haciendo? – gritaba mamá.
- ¡Joder! – exclamó papá.
- ¿Te gusta lo que ves?
- ¿quién mierda te hizo eso?
- ¿Qué te importa?, de cualquier modo, mi cuerpo nunca te ha gustado, yo nunca te he gustado, a demás qué derecho tienes de verme desnuda. – seguía gritando mamá.
- Joder, tienes fiebre.
- No me toques, maldito enfermo.
Yo escuchaba la pelea y empecé a sentir un poco de intranquilidad, estaba a punto de subir las escaleras, pero justo vi a papá aparecer.
- Vístete, nos vamos al hospital. – dijo bajando las escaleras.
Luego, espiando una de sus conversaciones con Graham me enteraría que él simplemente quería saber si mamá en verdad tenía todos esos golpes, así que la destapó, ella se había acostado sin ropa y el verla desnuda en el fondo había sido un accidente y luego al observar sus ojos brillantes tocó su frente para asegurarse de que no tuviese fiebre, pero lamentablemente si la tenía.
Luego tomó el teléfono y llamó a Graham pidiéndole que cocinara algo porque yo iba a cenar allí.
Luego vimos a mamá bajar las escaleras, papá corrió hacia ella y le ayudó a bajar ya que se veía débil, ella le dijo que no la tocara y que ya no necesitaba de su ayuda, pero el continuó asistiéndola y me pidió que fuera a mi cuarto en busca de ropa para ir al colegio al otro día, le hice caso y pude escuchar de nuevo como comenzaban a discutir.
- ¿Cómo te atreves a llamar a tu amante con mi teléfono?, eres el maldito rey de los descarados.
- Justine, es tiempo, tiempo de aceptar que lo nuestro ya no funcionó más, ¿crees que no te quise?, ¿que no intenté que lo nuestro funcionara?
- ¿y cómo lo intentaste?, ¿acostándote con Graham?, ¿creíste que al convertirte en homosexual ibas a salvar nuestro matrimonio? – Gritó mamá con ira.
- Justine, en consideración al niño, deja de utilizar ese lenguaje. Para hablar de nosotros podemos juntarnos otro día, a solas.
- Sabes que eso no va a ocurrir. – fue lo último que dijo para que luego ambos se callaran y la casa quedara en un silencio sepulcral.
- Apresúrate. - me gritó papá.
Era extraño, ¿por qué si papá era malo y ya no quería a mi mamá se seguía preocupando por ella?, ¿por qué si la odiaba aún le ayudaba a bajar las escaleras?, me preguntaba, entonces tuve la ilusión de que tal vez podrían volver, porque según yo, cuando aún se querían igual peleaban, cuando estaban juntos también había gritos. Entonces pensé que por fin nos libraríamos de Graham y su influencia.
A penas salí nos dirigimos al auto, yo me senté atrás, al lado de mamá quien me conversó preguntándome acerca de cómo lo había pasado y las cosas que habíamos hecho. Luego me dejaron en casa de Graham, a solas con él ya que mis padres se fueron al hospital. Yo no quería tocar el timbre, a pesar de que hacía frío ya que no quería estar con él, pero por seguro escuchó el ruido de motor del auto y abrió justo cuando ellos se fueron.
Me saludo y le contesté correctamente, luego me dijo que me lavara las manos y cuando volví había dos platos de arroz con huevo en la mesa y dos vasos de agua, yo estaba hambriento así que la comida me pareció muy buena, él intentó sacarme información de lo que había pasado, pero yo simplemente le contestaba que yo no sabía nada.
Esperamos hasta que se hizo realmente tarde y en cierto momento me debo haber quedado dormido y al despertar estaba cubierto por frazadas encima del sofá, estaban las luces apagadas, pero el estaba sentado en una silla junto a una lámpara leyendo un libro.
- ¿qué hora es? – le pregunté. A lo que él miró el reloj que siempre traía en la muñeca.
- Muy tarde, y hora de que te laves los dientes y te vayas a acostar ya que mañana debes levantarte temprano.
- No quiero dormir, quiero estar despierto hasta la hora que regresen mamá y papá.
- Lo sé, pero ellos han ido a un hospital, allí la gente espera mucho tiempo para que las atiendan y luego tienen que hacerse exámenes y esperar a que estén los resultados, puede pasar mucho tiempo. Te prometo que a penas sepa yo algo te lo contaré personalmente, y le diré a Damon o a tu madre que vayan personalmente a decirte.
- Mamá no quiere hablar contigo. – aclaré. Él guardó silencio un momento.
- Apresúrate. – Ordeno.
- Pero no está papá ni mamá, tengo miedo. – me sinceré.
- No te preocupes, te prometo que estaré despierto vigilando todo. – se comprometió y yo no tenía otra opción más que confiar en sus palabras, así que él me dio un vaso de agua, me lavé los dientes, me fui a acostar y me dormí con algo de trabajo
De repente sentí que alguien tocaba mi cabeza en medio de la oscuridad.
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El padrastro. Gramon
FanfictionLa historia de como Graham arruinó mi vida. "Papá lloraba tan fuerte y se retorcía de tal modo que sentí un miedo y una pena terribles"