He's so kind | WooSan

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—¡Oh, Vamos! —Gritó San completamente frustrado. Él se había levantado en su cama, se acordaba que él había dormido en el sofá y que después se levantó en su cama, eso solo significaba una cosa.

Aunque San ya supiera que él podía controlar el destino como quisiera, nada coincidía, San no podía pedir nada que tenga que ver con el mañana porque el mundo le hacía caso de alguna manera: —¡¿Qué te pasa universo?! ¡Quiero sentir las maravillas del día anterior! Ni siquiera comí, ¡¿Cómo es que no me muero?! —

—¿Te sientes bien? —Preguntó Jongho al entrar a la habitación, y ahí estaba otro problema, las pocas personas que estaban a su alrededor no sabían que el día pasaba por sus extraños deseos. Excepto Wooyoung.

Su hermano llevaba una camisa de mangas bastante grande y bonita junto con unos pantalones negros, esas ropas nunca se las compro San, y solo llego a la conclusión de que Yunho le había comprado ropa nueva.

—No, no lo estoy. Vete porque voy a llorar. — Jongho no le hizo caso y simplemente se sentó en la cama de San— Creo que te pedí algo...

—Te olvidas de que hoy es tu boda, Sannie~—Esas simples palabras eran el detonante que san para que este se vistiera y botara a Jongho de su cuarto de una manera no tan amable, cerrándole la puerta en la cara, hasta Jongho podía sentir los nervios que San desprendía. —No te desesperes, han venido muchos sirvientes, están igual o hasta peor de nerviosos que tu~

San no le hacía caso, Jongho lo sabía al escuchar la llave de la ducha siendo abierta, el sonido del agua cayendo era algo relajante, no tenía mucho que hacer, eran las 10:00 de la mañana y según Yunho se había levantado muy tarde, eso de las 6:30, Jongho había querido dormir un poco más, pero tenía que levantarse sí o sí.

Jongho siguió parado en la habitación mirándose las uñas, Yunho no había gastado su dinero solamente para verse como un niño bonito, tenía que verse igual de bien que San para demostrar su amabilidad y respeto. Si creían que Jongho no tuvo nada que hacer en toda la semana en la que San estuvo encerrado, estaban equivocados.

La puerta fue abierta y de ahí salió San, era increíble que no se haya vestido bien, que simplemente se haya puesto un polo grande y unos shorts negros como si nada: — Entonces... ¿Ya no estás tan nervioso?, Deja que los demás se pongan nervioso por ti~.

—No, solo estoy aburrido, con tal de que me bañe es suficiente para que las criadas me hagan lo que quieran. Yo debería preguntarte si tu estas nervioso.

—Nop, no lo estoy. Estoy emocionado, quiero conocer a mi suegro.

—... No es suegro, es cuñado—Dijo Yunho metiéndose en la conversación, mirando de pies a cabeza con claro disgusto hacia San— Voy a tomar tu forma de vestirte como si quisieras hacer una revolución.

—Piensa lo que quieras...—San contestó vagamente.

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Jongho estaba un poco triste, Yunho no iba a estar con él en la boda, Yunho se quedaría en la casa de San, revisando si había ciertas cosas raras en el hogar. Yunho le había dicho que el hogar tenia magia demoniaca muy concentrada.

A Yunho si le agradaban los demonios, pero no era bueno estar en un lugar con magia ajena, la magia podía combinarse con la magia de los magos y crear un pequeño caos. Yunho le había dicho que quizás san estaba experimentando consigo mismo y por eso la concentración. Por eso no estaba tan molesto como debía.