Desbordada de su amor y de su gracia, vuelvo a vivir para ver su luz, estaba tan cubierta de luz nítida, abrazando la soledad y la inconstancia...
Era mi propia piedra, de no avanzar a los brazos de amor, esos que cuando hace frío te da calor, y cuando hay calor te mantiene en un refugio, sin dejarte que te quemes por las llamas de este sistema.
Y tan cálido es tu refugio, que decido quedarme junto a esa llama de misericordia, junto a ese corazón de paz.
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El diario de una inconstante.
SpirituellesSiempre llega ese momento donde deja de llover dentro de ti, deja de ser una tormenta, dejas de ser una esclava de temores, dejas liberar tu mente, porque entiendes que el destino no cambia, los caminos... Seguirán siendo caminos, con sus maravillos...