Siempre pensé que estaríamos toda la vida
Desde que te conocí y me contaste tu vida, ella llena de altibajos, me empecé a enamorar de ti, sentía eso que llaman mariposas en el estómago.
Tu siempre tenías y aún tienes un te quiero para mi, tus te amo son escasos, pues no eres una mujer que use mucho esa palabra aunque últimamente si la usas.
Estoy intentado recordar lo que escribía para ti, pues yo sin saberlo ya empezaba a escribir con lágrimas de hombre.