El regreso del príncipe.

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Dentro de un castillo, en la habitación de trono, se encontraba dos hombres de cabellos alborotado se encontraban conversando tranquilamente.

- ¿Y en donde esta mi hijo?- le preguntó amablemente el hombre sentado en el trono a su fiel amigo.


- Majestad, su hijo viene de camino, la carta que dice que su madre exige su presencia ya fue enviada.- hablo el sirviente con respecto.

- Toma te eh dicho que conmigo dejes formalidades- comento el Rey dándole un codazo a su viejo amigo.

- Están bien maj...digo Bardock-

El silencio creció en la habitación. Lo único que se podía escuchar era el sonido de las olas y algunas gaviotas. El rey se levantó de su trono, y a pasos lentos pero decidido llegó hasta unas grandes ventanas que conducía a un balcón, miro aquellas ventanas y las abrió; caminando hasta llegar al barandal donde puso sus manos.

Su vista nunca dejando de mirar aquel azul mar. -A sí que muy pronto estarás aquí- dijo en voz baja.

Lejos de ha y, un barco navegaba por el tranquilo y hermoso océano hacia dirección al castillo del Rey Bardock.

Dentro de aquel barco se encontraba otro hombre de cabellos igual de alborotados que su padre. Aquel hombre era el hijo de Bardock: El príncipe Goku. En ese momento el Príncipe se encontraba ayudando al capitán y los tripulantes con sus trabajos.

- Príncipe Goku, te eh dicho que dejes de actuar como un plebeyo sin causa alguna.- Regaño una vez mas, una hermosa mujer de cabello azul, que portaba un hermosa traje color rosa. - Usted es un Príncipe no debería de estar haciendo trabajos como estos- dijo con ambas manos en su cadera.

El Príncipe río. - Tranquilízate bulma, es divertido navegar en el barco, solo debes acostumbrarse y disfrutar.- aconsejó con su típica sonrisa.

-No me puedo acostumbrar tan fácil como tu- dijo cruzándose de brazo.

- Al parecer el Rey de los Océanos esta de buen humor- escucho Goku comentar a uno de los tripulantes de el barco mientras mapeaba. El reto de los tripulantes que lo escucharon rieron por lo que había dicho aquel hombre.

- De nuevo esos mitos- hablo Goku con una sonrisa mientras se acercaba al hombre.

- ¡oh! Pero su majestad es cierto. Estos mares tienen un gobernante. El decide cuando hacer tormenta o no- dijo aquel hombre mientras seguía con su tarea. - Cuando esta de buen humor las aguas están tranquilas y el sol brilla como nunca.... pero cuando se enoja, ni se diga.-

De esa forma algunos marineros empezaron a hablar de que tan loco estaba el hombre, y a cantar algunas canciones sobre el mar o sobre el gobernante de este.

Muy pero muy profundo en el mar, donde ningún humano a tenido el placer de estar. Había un castillo que parecía brillar, este castillo era de el Rey del Océano, junto a el vivían sus dos hijos: Vegeta y Table.

Y hablando de sus hijos. Uno de ellos se escondía para no ser encontrado por los guardias que lo cuidaban desde que tenía memoria.

-Como hago para salir de aquí?- se preguntó por milésima vez el joven tritón. El joven era el hijo mayor del Rey de cabellos en forma de flama y ojos negros al igual que sus cabellos; y su cola era un azul marino.

Justo detrás de el nadaba un pez amarillo, muy amigo de el príncipe Vegeta. Su nombre era: Fido.

- Hola, que onda, Vegeta.- dijo el pez sin preocuparse en bajar la voz. Vegeta se sobresalto y en un rápido movimiento agarró a fido y lo pego a su cuerpo, mientras le tapaba la boca.

- ¿dijiste algo?- le pregunto un guardia al otro. Vegeta se pego a una de las paredes de su escondite mientras su corazón se aceleraba.

- no... Debió ser algún pez, tú sabes que ruidoso son.- comentó el otro con seriedad. A lo que el primer guardia asintió dándole la razón.

Fido trataba de salir del agarre del príncipe a toda costa. - ¡Shhh! Solo te soltare si prometes que me ayudaras con un favor- susurro el joven tritón. El pez asintió rápidamente, y aún con dudas Vegeta lo soltó, rápidamente a siendo un señal de silencio al ver que su amigo iba a gritar.

- ¿Que haces aquí, Vegeta? Sabes que no debes estar fuera de tu habitación sin que los guardias lo sepan- susurro en pánico el pez al ver la situación un poco mejor.

- Quiero salir de aquí, y tú me vas ayudar- informó.

-¡Que!- grito en un susurro Fido- ¡acaso as perdido la cabeza!- dijo en el mismo tono.

- No- dijo el peli-negro- pero estoy harto de estar encerrado en este maldito castillo casi toda mi vida.- dijo con enojo y tristeza.

Fido miro al príncipe por unos segundos. Vegeta tenía un punto era tan joven y desde que lo conoció siempre había estado dentro del castillo, por culpa de la estúpida ley que había puesto su padre. Ni siquiera podía salir de su habitación sin permiso de su padre, y si tenía el permiso no podía salir sin sus guardias. Lo que no entendía es como estaba escondido enfrente de las puertas de su habitación sin que los guardias se dieran cuenta, pero le preguntaría en otro momento.

Fido suspiro. - No puedo creer que valla a hacer esto pero... esta bien te ayudare.-

Sin esperar Fido nado hacia los guardias, pensando en que decir. Los guardias lo miraban desde que apareció con seriedad haciendo que temiera. - hola miren...- Fido no podía pensar en algo con aquellas mirada en su persona, hasta que una idea le vino a la mente.-... sólo les vine a decir que vi nadando al Príncipe Vegeta fuera del castillo. Me pareció muy sospechoso que no estuviera con ustedes- informó.

Ambos guardias se alteraron y abrieron la habitación del príncipe y sus ojos pudieron comprobar que el príncipe se había escapado ¡Su Rey los materia, lenta y dolorosamente! Pensaron con pánico antes de ir a la salida en busca de sus príncipe a toda velocidad.

Cuando los dos guardias se fueron de la vista de Fido y el Príncipe, este último salió dándole un gran abrazo al pez. - Gracias, Fido.-

-De nada- dijo con una sonrisa después de ser soltado.

Vegeta en ese momento miro a su alrededor buscando una salida, y sonrió victorioso al ver una no tan pequeña ni tan grande era del tamaño correcto en el techo.

- ¿y a donde iras?- preguntó con curiosidad Fido.

- No tengo idea, pero ya sabré cuando salga de aquí- informo, empezando a nadar hacia aquella ventana.

- Cuídate, Vegeta-

- Si, tu también, y dile a Table que volveré por el.- y con esas últimas palabras salió por la ventana, donde un capítulo de su vida acababa y otro empezaba.

Dentro de una habitación, el Rey del Océano hacia sus deberes, hoy se encontraba en buen humor ya que su hijo mayor no le había venido a exigir que le diera un poco mas de libertad. Nada podría arruinar su día, o eso pensó.

Toc. Toc. Toc.

Llamó alguien a la puerta a lo que el Rey murmuro un "Pasé" antes de que esta se abriera.

- su..su majestad- llamó uno de los guardias de su hijo mayor, a lo que el Rey suspiro pensado que su hijo quería pelear con el, una vez mas.

-¿Que ocurre? ¿Es vegeta otra vez?- preguntó.

- El príncipe se ha escapado- dijo en voz baja pero el rey escucho.

Al Rey lo invadió la Furia y enojo. - ¡Vegetaaa!- fue el grito que de seguramente se escucho en todos los siente mares.

Volviendo a la superficie, justo en el barco del cual abordaba el Príncipe Goku. El hombre de cabellos alborotados se encontraba comiendo tranquilamente, hasta que uno de los tripulantes del barco entró a la cocina mojado de pies a cabeza.

-¡Príncipe, tenemos problemas una tormenta nos a alcanzado!- dijo el hombre con temor. Goku soltó su tenedor y con prisa salió de la cabina, comprobado que lo que dijo el hombre era verdad.

Hombres corrían de aquí a haya tratando de bajar las velas y otros sacando el agua salada que entraba al barco cuando una gran ola golpeaba este. Busco a el capitán con la vista, y lo vio tratando de poner el barco en la dirección correspondiente con el timón.

- Que es lo que esta pasando- preguntó en un grito para que el capitán lo escuchara sobre todo aquel ruido que formaban los tripulantes y la tormenta.

- ¡No lo se, príncipe; ase unos segundos las aguas estaba tranquilos y en cuestión de segundo llego la tormenta!- grito también, sorprendiendo a Goku por tal explicación.

- No me digas que el Rey de el Mar esta de mal humor- trato de bromear el Príncipe. Pero por estar distraído, Goku nunca vio venir el estribor, que se había soltado cuando una de las sogas que lo sostenía fue cortada por un rayo.

- ¡Cuidado!- El capitán lo había visto, pero su aviso fue tarde. Ya que Goku había sido golpeado por el estribor tirándolo fuera del barco.

Continuará....

Vegeta el pequeño tritón xD!!Where stories live. Discover now