Un día de verano, un oso salió en busca de miel puesto que tenía mucha hambre.
Se encontró con un enjambre y dijo:
¡hola! ¿Me dan un poco de esa rica miel?
¡Noo!, es nuestra, que la llevamos trabajando todo el año.
El oso, enfadado, tomó un palo y empezó a darle golpes hasta que el enjambre se cayó.
Las abejas, rabiosas, salieron y empezaron a picotearle.
El oso se puso a correr en busca de un río y al llegar se salvó sumergiéndose en el agua. FIN