Cena familiar

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CAPITULO 1

“CENA FAMILIAR”

-Falta más helado en mi vaso—Le dije a Lucia mientras ponía dos bolas más.

-Ana… ¡Ese vaso ya mismo revienta de todo el helado que le has puesto!

-Solo un poquito más…

-¡Eres una cerda!

-Te recuerdo que tu vaso tiene la misma cantidad que el mío

-¡Somos unas cerdas!—Sentencio  Lucía

-Lo somos—Afirmé-¡Pero ya vamos a ver la película antes de que se derrita mi helado!

Lucí se sentó y yo coloque el CD y cuando puse “play” literalmente me tire sobre mi sillón y comí de mi helado

-¿Te das cuenta de que somos unas adolescentes de 16 y 17 años, verdad?—Me pregunto Lucía

-Yo nací en 1998 y tú en 1997 así que es obvio que tengamos 16 y 17

-Lo que quiero decir es que las adolescentes normales de nuestra edad, no están sentadas engordándose de helado viendo los Rugrats en Paris—Lucí dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

-¡Claro que no!, ellas están en el Cine viendo “Bajo la misma estrella” con sus amigos y amigas populares—Le seguí el juego

-Entonces en la parte final de la película, el amigo de la líder del grupo se le declara—Sigue ella

-Y como es el hijo del gerente general de una empresa importante, le compro un anillo de diamantes y se inclinó para hacerle una proposición.

-Pero la empresa del padre de la chica es enemiga de la empresa del padre del chico, y no pueden estar juntos

-Entonces viven una trágica historia de amor adolescente—Concluí yo con el juego

-¡Cállate Annabell voy a vomitar!—me grito Lucí mientras me empujaba

-¡Estúpida adolescente normal con su vida de libro!—Gritamos ambas al mismo tiempo y nos reímos

Esa era la razón por la que Lucí es mi mejor amiga, aunque ella es un año mayor que yo, somos exactamente iguales, ambas vivimos la trágica vida de adolescentes con síndrome “Infantil” y escases de aventuras que la “adolescente normal” vive, no teníamos novio y éramos prácticamente hijas buenas, estudiábamos en un colegio aburrido, lo que es igual a vida aburrida.

-Uy esa Angélica es una gritona—Me dijo Lucy

-Lo sé, pero me hace dar mucha risa—Me reí mientras caminaba a la cocina a dejar los vasos, bueno en realidad rodaba porque había comido tanto que me sentía como una bola de boliche

-¡Ana…No puedo respirar de tanta comida!—Lucía me grito desde la sala

-¡Yo igual! Creo que ahora me tendrán que sacar rodando—Le grite mientras rodaba de vuelta a la sala

-Oye el sábado van a visitar a tu abuelitos ¿verdad?

-Oh, sí ni me lo recuerdes será “un reencuentro familiar”—me lamente

-Con tu queridísimo primo Nathan—Se burló ella

¡Oh, cállate Lucía! ¡Él no es mi familia!

-Al menos es guapo, ¡No lo puedes negar!

-¡Su forma de ser lo daña todo!

-¿Entonces admites que es guapo?—Yo conocía ese tono de voz en ella

" -¿Promesa? -Promesa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora