ᴊɪɴ ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛ (+18): 𝓬𝓾𝓲𝓭𝓪𝓶𝓮

First time

Ya iban 5 meses desde que vine a vivir a la casa de Jin. Él vivía solo hasta que llegué yo, él me propuso vivir juntos. Yo, obviamente, no lo dudé y acepté.

No sé si está bien esto. En realidad, creo que no porque a mi familia no le gustó para nada cuando se enteraron de mi relación con Jin. Desde ahí mi relación con ellos decayó.

Si bien ya terminé la escuela, solo tengo 17 años. Y bueno, Jin muchos años más que yo.

Nos conocemos desde que yo tenía 15 años. Él siempre fue muy respetuoso conmigo, fuimos buenos amigos, salíamos juntos ya sea con él o con su grupo de amigos que me hacían sentir una más del grupo.

Todo fue y es más que perfecto con él. Por eso no me interesa cómo me lleve con mi familia.

Sí, los extraño. Pero Jin me da todo: me da amor, cuidado, un hogar, felicidad, confianza. No puedo pedir más nada

Es que él desde el primer momento que me pidió ser su novia me dijo que no quisiera que me falte nada en ningún sentido. Quería hacerme sentir como a una princesa y lo lograba.

A pesar de que ya llevábamos bastante tiempo juntos, nunca tuvimos relaciones sexuales. Él dice que soy muy pequeña, que no estoy lista y que mucho menos quiere lastimarme ya que soy virgen.

Yo amo a Seok-jin, realmente lo amo. Pero, mierda, es que él es realmente sexy. Su espalda ancha, su cuerpo tan proporcionado, su cara tan perfecta. Era imposible que no lo deseara y más conviviendo con un hombre así todos los días.

Lo deseo. Deseo a mi Kim Seok-jin.

Pero volviendo a mi realidad, estaba acostada en nuestra cama con una remera de Jin puesta junto a unas medias bucaneras negras las cuales estaban sujetadas a un portaligas del mismo color. Debido a que obviamente la ropa de Jin me quedaba grande debido a una diferencia de talles, no se veía el conjunto de encaje negro que llevaba debajo.

Esta vez quería sorprender a Jin.

Estaba acostada en nuestra cama esperando a que salga de bañarse.

Cuando por fin salió solo tenía puesto sus bóxers y nada más.

Este hombre me va a matar de la calentura.

Pero traté de disimular y hacer como siempre. Me acosté y esperé a que él termine de secarse el pelo para hacerle un lugar en la cama.

Finalmente se acostó al lado mío.

— Te amo.— me dijo Jin y me sonrió.
— Yo también te amo y demasiado.— le respondí.

Estábamos acostados mirándonos uno al otro hasta que Jin decidió besarme. Como todas las noches suele hacer.

Pero yo iba a hacer que esta vez sea distinto.

Seguí besándolo mientras él acariciaba mi cara con sus masculinas manos.

Realmente disfrutaba el momento pero decidí ir más allá: metí mi lengua dentro de su boca y él me correspondió. Jugaba con mi lengua, su saliva era más que deliciosa.

Y mientras él me besaba no podía evitar soltar pequeños jadeos dentro de su boca. Pero eso no lo detuvo, al contrario, aumentó la intensidad.

No soporté más y decidí ir directo a su cuello. Empecé a darle besos suaves pero húmedos. Luego pasaba mi lengua por su suave cuello, la recorría hasta llegar al lóbulo de su oreja izquierda; a la cual lamí y mordí y no pude evitar decir entre jadeos

—Jin...

—¿Qué sucede, princesa?— me respondió dulcemente como siempre.

—Te deseo.