Alfa problemático - kaihun/sekai

( + ) Epílogo

Cuando su noche pasional dio un final JongIn se encontró acostado con SeHun al lado. Sus hombros rozándose, sus manos entrelazadas y sus ojos en el cielo, admiraban la luna en paz, sintiendo que todo en ellos encajaba perfecto, el aire que los rodeaba, la grama bajo sus cuerpos, el brillo en la piel pálida de SeHun o el restante sudor en los abdominales de JongIn. Todo estaba perfecto.

¿Eso era tener una pareja ideal? Jamás habría imaginado ninguno de los dos lo bien que podían llegar a sentirse, como una persona parece elevarte y ser todo lo que necesitas en el mundo para ser feliz, para mantenerte con vida.

Quizá el pensamiento era dependiente, daba miedo para aquellos acostumbrados a vivir por su cuenta, sin responsabilidad para con nadie más que consigo mismo, pero no eran capaces de sentir esa angustia. Eran alfas, después de todo y un alfa estaba hecho para esto, para conocer a su pareja, amarla y cuidarla. Estaban hechos para proteger a su ser especial, que ambos lo fueran no era una casualidad. Era el maldito destino gritándoles que necesitaban a alguien lo suficientemente fuerte para no necesitarlos todo el día, pero también lo bastante cariñosos para amarse con la fuerza de mil soles.

SeHun lo entendió entonces, llevaba meses preguntándose porque BaekHyun no había sido para él como tanto había deseado desde que le había empezado a gustarle, y era porque no estaban necesariamente hechos el uno para el otro. BaekHyun necesitaba a alguien que lo cuidara, a alguien que lo aguantara, a ChanYeol. Con el tamaño y fuerza necesaria, con el carácter agresivo para protegerlo, mas la pasividad para sucumbir ante sus deseos y caprichos. SeHun nunca había sido lo suficiente fuerte, jamás había podido poner a BaekHyun por encima de ciertas cosas, como el otro. Sin importar cuanto amor sincero le tuviera, si hubieran seguido juntos, él no habría sido capaz de llenar todo el amor que BaekHyun necesitaba de su pareja. Además de que él nunca se hubiese sentido satisfecho, tan solo irían a parar a hueco incómodo de infelicidad tarde o temprano, porque cuando es destinado a ser, solo se termina.

Y JongIn por un momento pensó, se encontró entendiendo porque jamás le había atraído una delicada fémina, porque los omegas no eran su tipo y los betas le resultaban más atractivos que los sumisos gammas. JongIn entendió que siempre había estado hecho para pertenecerle a otro alfa con su misma fuerza.

El aullido de ChanYeol llegó hasta ellos luego de media hora acostados entre pequeñas caricias, estaba avisando que la hora de los amantes se estaban acabando, la luna estaba alejándose de su punto especial y ellos supieron que debían volver, para el ritual que celebrara a las nuevas parejas, para la celebración de cachorros se esperaban se dieran.

—¿Listo para regresar? —preguntó el moreno.

—Listo —afirmó el rubio con un apretón de mano.

Su transformación a lobos fue incluso más especial, sus animales ya se conocían, se reconocieron como parejas al momento de chocar sus hocicos con ternura, y luego corrieron de vuelta a su hogar.

Decir que fue una sorpresa que los estuvieran esperando era mentira, sabían que pasaría, lo que no vieron venir fue el tremendo aplauso, los gritos de agradecimiento de JongDae que alegaban al fin se iría la tensión y el mal humor, así como que BaekHyun enroscado a ChanYeol los esperara en el pódium con unas llaves en una mano y champaña al lado.

Algo avergonzados y con muecas subieron a la pequeña tarima que SeHun había usado para sus reuniones públicas, el adorable castaño se desenredó del agarre de su enorme pareja antes de acercarse a ellos.

—¡Felicidades! —cantó alegre el chico, movió las llaves enfrente de sus caras—, la llave de su lado de la casa.

—Ese lado ya era mío —avisó SeHun con burla y BaekHyun bufó en su cara. 

—¡Déjame fingir que te doy un lindo regalo de pareja! Mocoso malagradecido —agregó—, ChanYeol y yo hemos decidido los arreglos que haremos a la casa para que vivamos los seis muy cómodos.