❝candy shop❞ ━junghope

➥fourteen

Los rayos solares se colaron en la ventana, interrumpiendo el sueño de Jungkook, que con pereza abrió uno de sus ojos y suspiro cansado, dándose vuelta para abrazar a Hoseok, pero no llegó a él o mejor dicho, no estaba. Se había asustado hasta que escuchó que alguien abría la puerta, y logró ver cómo su novio entraba a la habitación con su desayuno en una bandeja.

─ Oh, Jungkook ─ Exclamó, sonriendo a lo último, caminando hasta dejar la bandeja en la mesita de noche, para luego depositar un beso en la frente del menor. ─ Buenos días, ¿dormiste bien? ─ Sonrió ante el tacto de los labios de su enamorado contra su frente y a la vez negando ante la pregunta que se le hizo. ─ ¿Por qué? ─ Levantó una de sus cejas y cuando el menor se sentó, dejó la bandeja en sus muslos para que desayunara.

─ Porque cuando desperté no estabas a mi lado, y en verdad necesito verte cuando despierto ─ Ante las palabras dichas, Hoseok no tardó en reír ante la ternura que causaba Jungkook en ese momento. El menor frunció el ceño, ofendido de que su novio se esté riendo por sus necesidades de amor de él. ─ ¿Qué es tan gracioso? ─ Preguntó, teniendo un mohin con sus labios.

─ Nada, nada, sólo es tierno que te comportes así ─ Terminó de reír, y le sonrió mostrando sus lindos hoyuelos al menor.

─ Pero, ¿por lo menos me darás cariñitos aunque sea? ─ Hoseok asintió y antes de que Jungkook pudiera hablar, un pequeño besito en sus labios lo dejó tieso; no se lo vino venir.

─ Por ahora termina tu desayuno y después te daré todos los cariñitos y besitos que necesitas ─ Con eso último salió del cuarto y bajó a la cocina para terminar de limpiar lo que había usado para el hacer el desayuno a Jungkook (aunque no era mucho). Y tan sólo bastaron quince minutos para que escuchar los pasos en las escaleras, para luego ver a su novio con la bandeja y una sonrisa que resaltaba sus dientes de conejo.

─ ¿Terminaste todo amor? ─ El menor asintió enérgicamente, algo que le causó mucha ternura a Hoseok, porque prácticamente Jungkook se volvía alguien demasiado sumiso cuando se trataba de que él le dé mimitos. ─ Bien, deja que termine de lavar esto y ya tendrás tus cariñitos muy pronto ─ Juró escuchar cómo Jungkook soltaba chillidos de emoción y daba pequeños saltitos hasta las escaleras y subir hasta el cuarto.

Cómo hoy era domingo, no hacía nada de malo volver a dormir con su novio, en la cama, abrazaditos y dándose el amor que necesitan.

Cuando dejó todo los trastes limpios y puestos en su lugar, hizo el mismo recorrido que Jungkook y llegando hasta la puerta de la habitación, la cual abrió cuidadosamente para ver que hacía el menor.

Su cuerpo bien trabajado estaba completamente acostado en la cama, mirando el techo blanco y de vez en cuando tocando su cabello o sus cachetes para no aburrirse tanto en la espera de su tierno y amoroso novio. Mientras tanto Hoseok soltó una pequeña risa y entró al cuarto, dejando que el cuerpo de Jungkook hiciera un rebote al escuchar la puerta abrirse. Su sonrisa se ensancho cuando Kook abrió los brazos y dejando el paso libre a su novio para que caiga arriba de él; y eso fue lo que exactamente hizo.

Su cuerpo aterrizó sobre el del menor, quien cayó a espaldas sobre la cama y soltando un par de risas en el proceso.

─ Ahora quiero mis cariñitos ─ Hoseok sintió cómo cambiaban de posición para que Jungkook esté sobre él, teniendo sus brazos en su cintura, mientras apoyaba su mentón en el pecho de Hobi para que éste le diera mimos. Y él prácticamente no se resistió a esos bellos ojos que le suplicaban por su cariño, así que empezó a dar pequeños besitos en su nariz, frente, mejillas y boca, y con su mano diestra acaricie su pelo negro y sedoso.

─ ¿Se siente bien? ─ El menor rápidamente emitió un sonido de afirmación, teniendo los ojos cerrados y con una sonrisa por lo relajante que se sentía tener a su novio así y sólo para él. ─ Me alegro ─ Y cerró los ojos también disfrutando de la comodidad.