Raining at twelve

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Los Ángeles, United States.

-Rebecca

Hoy es domingo, ya están los papeles de la casa, y mañana nos mudamos.
Vamos a ir a casa de Avani, y le ayudaré a empacar todo, porque yo no había desempacado nada.

Entramos a su habitación y era un completo desastre.
.-Hija de puta.- le dije viendo todo.
.-Me vas a ayudar.- me advirtió.
.-Mi vis i iyidir.-La repetí.

Bueno, lo que puedo decir es que entramos a su casa a las 9:00 a.m. y salimos de ahí a las 12:00   De la madrugada.

Nos habíamos venido caminando en la mañana, y era muy oscuro, me daba miedo, dos niñas de dieciséis años, caminando solas por las calles de Los Ángeles, mi casa estaba cerca, pero daba igual.

¿Porque no nos quedamos en casa de Avani? No hay comida ni internet.
.-Llámale a Payton, vive cerca y está comiendo de tu mano.- me dijo Avani.
.-Oye, eso fue grosero, no lo quiero molestar, y no tengo saldo.- le dije.-Bueno, ¿Porque no le llamas a Anthony?.- le pregunté yo.
.-Está en el cine con Chase.- Y yo tampoco tengo saldo.- me dijo, al igual que yo, se le había acabado en el live.
.-Pues no hay de otra.- le dije encogiéndome de hombros.

Nos tomamos de manos, como si eso nos fuera a proteger, y salimos.
Por primera vez, en Los Ángeles, hacia un poco de frío y estaba más nublado que mi corazón.
Salimos, de inmediato comenzó a llover.

.-Perfecto.- dije empapada.
.-Agh.- se quejó Avani.
.-Tienes el rímel corrido.- le dije limpiándole con mis pulgares.
No había autos, la calle estaba totalmente solitaria y daba miedo.

.-¿Tu también ves eso verdad?.- le dije viendo a un señor vestido de negro, cruzando la calle a unos 20 metros.
.-Ah por Dios.- me dijo parándose.

La persona vestida de negro, se quedó parado literalmente en medio de la calle.
Las luces de un auto se reflejaron atrás del hombre, lo iba a arrollar, el auto dio un bruzo freno y tocó el claxon.

Yo conocía ese claxon.

El hombre se quitó de enfrente y el auto avanzó y se detuvo a nuestro lado.

.-¡¿Que mierda hacen aquí en la lluvia a las doce de la madrugada?!.- exclamó Payton.
.-Umm¿regresando a casa?.- le respondió Avani.
.-Rebecca, ¿porqué no me llamaste?.- dijo girándose hacia mi.
.-No te quería molestar.- le dije con un hilo de voz.
Quiso decir algo pero suspiró.
.-Ahorita hablamos, suban.- dijo.
.-Vamos a mojar tu auto.-dijo Avani.
.-Suban.- repitió.
Me subí al auto y me cruzé de brazos, tenia mucho frío.
Payton lo notó, antes de arrancar, se quitó su hoodie y me la dió.
.-Póntela, no quiero que te enfermes.- me dijo.
No negué nada y me la puse, Mm olía a Payton.

Llegamos a mi casa, Avani se bajo enseguida y le agradeció, entró en la casa, dejándonos solos en la puerta de mi casa.
.-Es que no quería molestarte, pienso que sería tedioso que una persona te llame todos los días para que vayas por ella, cada quien merece su espacio y no quería que salieras de tu casa solo para llevarme a la mía.- le expliqué.
Me abrazó con todas sus fuerzas.

.-Gracias, pero prefiero mil veces salir de mi casa a que anden caminando solas de madrugada con la lluvia, no quiero que te pase nada.- dijo en mi hombro.

Sentí mariposas en mi vientre.

Lo abrazé más fuerte.

.-Te quiero.- le dije.

Talking to the moon • Payton Moormeier •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora