¿De que huyen?
Creo que los chicos y yo tenemos la misma cara de confusión y miedo al ver a tantas personas huir en nuestra dirección. Algunas me golpean al pasar a mi lado, pero sigo en la misma posición, con cada músculo de mi cuerpo rígido, los puños apretados y la piel erizada. Cada vez se acercan mas personas y los gritos van en aumento.
¿Qué es lo que pasa?
Obtengo mi respuesta cuando los veo...
Demonios
De diferentes tamaños, con ojos rojos, sin una forma como tal, pero semejantes a una sombra, que persiguen y se burlan de las personas que una a una alcanzan y los arrastran a la profundidad del bosque, hasta que los engulle la oscuridad.
Mi cuerpo se estremece y un grito abandona mi garganta ante tal escena. Las personas siguen corriendo, algunos tropezando con nosotros, otros advirtiéndonos del peligro entre sollozos
—¡No se queden ahí! ¡CORRAN!
Tomo una bocanada de aire y miro a mis amigos. Los cuales asienten, dirijo mi mirada nuevamente al frente y suelto el aire contenido.
¡Vamos con todo!
Doy un paso al frente, los demás me siguen. Vemos como personas son arrastradas, otros son atravesados por flechas rojas.
Como aquella que me atravesó a mi una vez
Todos extendemos nuestras manos hacia delante, y los demonios lo notan, de inmediato se paralizan cuando deducen lo que intentamos hacer.
—Porque El Señor no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio —escucho algunos chillidos de dolor— ¡LA SANGRE DE CRISTO TIENE PODER! —decimos al unísono
De inmediato aquellos demonios empiezan a gritar y retorcerse hasta que salen huyendo y se funden con la oscuridad de la noche.
—¿Ya acabo? —jadea Axcel
—Algo me dice que no —responde Mateo
Nos dirigimos hacia las personas caídas, y empezamos a ayudarlas, Ruth y Mateo levantan a más de una de ellas en el aire, mientras que los demás reunimos todas nuestras fuerzas para levantar a los que quedan, y nos dirigimos hacia nuestro escondite.
Melissa fue tras los que siguieron corriendo para guiarlos a la iglesia, y atender a los heridos allá.
Llegamos al escondite, y la rubia ya está con los demás allá, nos ponemos manos a la obra y empezamos a sanar a los heridos, Ruth y Mateo se encargan de los que recibieron las flechas, Melissa y Axcel se encargan de los que fueron arrastrados por los demonios, y Dylan Alexa y yo nos encargamos de orarle a los que quedaron inconscientes después después de ser golpeados por los demonios, ya que algunos trataron de resistirse a la posesión.
Poco a poco los inconscientes empiezan a despertar, los que tuvieron contacto con las flechas rojas son desinfectados, y los otros son sanados
Mateo y Dylan van en busca de comida, Melissa y Alexa siguen atendiendo gente, Axcel busca leña, y Ruth reparte mantas a las personas. Hay alrededor de 30 personas y 12 de ellos no están en las mejores condiciones para seguir huyendo o siquiera defenderse.
Los veo a todos uno por uno, hasta que encuentro unos ojos marrones muy conocidos
Me dirijo en su dirección y él se levanta y me recibe con brazos abiertos, con los ojos húmedos nos fundimos en un abrazo
—Perdón por no creerte —dice Evan— perdóname por no defenderte aquél día en la plaza, fui muy cobarde y me sumergí en mi ignorancia ante tu advertencia, lo siento tanto— siento como su cuerpo tiembla
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Soy Rara Por Creer En Ti (Terminada)
EspiritualMuchas veces te dicen raro solo por no ser igual a los otros... Te dicen loco por tener gustos diferentes,no te aceptan porque no piensas igual ¿Pero no sería aburrido que fuéramos todos iguales? Esta es la historia de mi vida... Como a mis 17 años...