Los zapatos azules que brillan

Paula era una modesta joven con unos hermosos ojos azules, quién trabajaba como dependienta en una famosa tienda de calzado en la ciudad en la que vivía. Por su dedicación a las tareas qué se le encomendaban y la amabilidad con qué trataba a las personas que visitaban la tienda, los pueblerinos que la conocían, la apreciaban mucho. Cierto día, en víspera de la visita del señor gobernador a la ciudad. La hija del alcalde, quien es una invitada de honor al vento, decide que para complementar su elegancia necesita unos zapatos nuevos, por lo que se acerca a la zapatería donde trabaja Paula, pero pide qué le atienda la dueña ya qué le parece que su empleada es muy insignificante y no la considera eficiente para lo que ella requiere. Apesar de qué le dieron buena referencia de ella, la clienta no la aceptó. Transcurre el día sin ninguna otra novedad, pero al cerrar el local se percatan de que ha sido olvidada la compra que realizó la hija del alcalde. Paula cómo es muy amable se compromete a acercar el paquete al domicilio de la chica ya que queda camino a su casa y así lo hace, más al llegar al lugar se encuentra con el guardián, quién le informa que ya toda la familia se ha dirigido al evento. La joven siente responsabilidad por la entrega del paquete antes mencionado y se dirige a la dirección qué le han dado y cuándo se propone a pedir que la dejen pasar escucha una voz muy varonil qué le pregunta: - ¿disculpe usted por qué anda tan solita por estos lugares? Entonces Paula se sorprende y deja caer nerviosamente el paquete de los zapatos. En ese instante el joven le ayuda a recoger y descubre unos hermosos zapatos azules, insistiendo que se los ponga y lo acompañe a la fiesta. Cuando se los pone sucede algo maravilloso. Paula se transforma y se convierte en una hermosa y elegante joven con unos zapatos brillantes azules como sus ojos motivo por el cual, cuando entran al salón de fiesta, captan la atención de todos. Seguidamente Max, pues había sido el hijo del gobernador, se dirigió a su padre para presentarle a Paula. El gobernador también quedó prendado de la joven y dio su consentimiento de que fuera la compañera de Max en la fiesta, en el transcurso del evento la hija del alcalde descubre a Paula, pero ya era muy tarde. El gobernador, al observar que su hijo por primera vez la estaba pasando muy bien debido, a que era un joven muy solitario y poco amigable, después de quedarse huérfano. 
Ahora con la compañía de Paula irradiaba felicidad, motivo para que el gobernador acepte esa hermosa relación. Después de un tiempo, la autoridad decide pedir la mano de la joven en matrimonio con su hijo, esto hizo qué toda la ciudad se preparará para celebrar una de las mejores bodas por aquellos tiempos, donde hasta la hija del alcalde asistió ya que Paula perdonó la humillación que recibió. Lo importante es que ella y Max serían felices para toda la vida.