Arthit se preguntaba por qué su esposo, Kongpob, no soltaba su mano. Kongpob lo arrastró con él todo el camino desde el ayuntamiento, incluso cuando estaban en el taxi.
Arthit sacudió la cabeza, sorprendido. Sabía que Kong siempre hacía esto con él, pero... ¿no podía ser menos protector y posesivo? Arthit no huiría, eso era lo que pensaba.
Kongpob destrabó la puerta. Arrinconó a Arthit contra la pared, pero Arthit lo empujó.
—Deberías quitarte primero los zapatos. Me quitaré los míos también —dijo Arthit con calma y Kongpob obedeció.
Arthit terminó. Estaba poniendo su reloj en la mesa cuando Kongpob se acercó lentamente por detrás. Su aliento chocó con la nuca de Arthit, haciéndolo congelarse.
Sin voltear la cabeza, Arthit preguntó:
—¿Qué haces?
—P'Arthit... —Kongpob envolvió el cuerpo de Arthit en un abrazo. —¿Podrías dejarlo? Sabes lo que voy a hacer, ¿o no?
—¿Y qué? —Arthit se liberó a la fuerza y giró su cuerpo para ver a su esposo. —¿Quieres que te siga la corriente? ¿Todos los días? ¿Todo el tiempo? —Arthit lo regañó. —¿Por qué no mejor me matas?
Kongpob rio.
—No puedo matarte, P'Arthit...
Arthit suspiró.
—Sabía que dirías eso —y luego, jaló de la corbata de Kongpob y besó sus labios.
Arthit (casi) nunca empezaba los besos profundos y las escenas eróticas. Lo hizo todo con gentileza. Ahora era diferente. Arthit lo besó, ¡PROFUNDO! APASIONADAMENTE, y sus manos estaban ocupadas trayendo más cerca el rostro de Kongpob.
Kongpob acarició la espalda de Arthit mientras sonreía, y eso hizo a Arthit detenerse.
—No —Arthit se mantuvo alejado. —No, Kongpob. ¿Por qué vuelves a hacerlo?
—¿Qué hice? —Kongpob estaba de verdad confundido.
—¡Estabas sonriendo!
—Eso fue porque estoy feliz.
—Lo he dejado pasar cinco años. ¡Ya no te toleraré más! —Arthit empujó a Kongpob para liberarse, pero este atrapó rápidamente la mano de Arthit y juntó sus cuerpos.
La mesa se sacudió por el movimiento. Arthit tuvo que reclinarse hacia atrás para hacer espacio entre su rostro y el de Kongpob.
Cuando sus miradas se encontraron, Arthit pudo ver que su esposo estaba mirando su cuerpo y luego subía a sus labios antes de fijarse en los ojos de Arthit. Arthit estaba seguro de que Kongpob podía escuchar el latido de su corazón en ese instante.
—P'Arthit, hoy es tu culpa —Kongpob miró a Arthit directo a los ojos y susurró—: Necesito más besos.
—No, no te...
Arthit no pudo terminar lo que iba a decir cuando Kongpob presionó más sus cuerpos. Algo allí abajo se puso duro.
Arthit dio palmadas al hombro de Kongpob. Al principio lo hizo para tranquilizarlo, pero luego fue consciente de que el hombre frente a él podría estar imaginando algo... sexoso.
Arthit rio.
—Si quieres intentar alguna posición rara, que sea en nuestro hogar. No vivimos aquí.
Kongpob pareció darse por vencido. Dio un paso hacia atrás.
Arthit rio de nuevo.
—¿Ahora admites tu derrota?
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1. La historia de la pareja que no podía vivir sin el otro
FanfictionEsta es la historia sobre la vida diaria de Kongpob y Arthit como pareja en sus cinco años juntos. Se han vuelto más unidos y honestos con el otro, y lo más importante es que... se han vuelto más necesitados. La existencia del otro se volvió esencia...