Capítulo VII

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Se puso sobre mí y antes de que pudiera meterlo a mi v*gina y quitarme la virginidad, dije:
-Espera - lo detuve - no sé si esté lista p..
Me interrumpió poniendo su dedo sobre mis labios y dijo:
-Tranquila, lo haré lo más despacio posible para que no te duela.
Introdujo su p*ne en mi v*gina y me dolió, ya que aunque lo hiciera despacio lo tenía muy grande, conforme lo iba metiendo y sacando me empezaba a doler menos y el dolor se convertía en placer.
- ¡Más! ¡Más! - dije gimiendo y a la vez gritando.
Austin sonrió eróticamente.
-Si tú insistes Princesa.
Diciendo esto, comenzó a meterlo y sacarlo rápidamente y empezaba a gemir y eso me excitaba cada vez más, de repente, sentí que algo se me había roto y pensé que era algo grave.
-Austin detente.
-¿Qué sucede? ¿No te gusta?- dijo con una cara de preocupación.
-Me encanta, solo que sentí que algo se me rompió.
- Yo creo que fue tu himen- dijo mirando mi v*gina- Eras virgen, ¿cierto?
-Así es, y tampoco he tenido un orgasmo- dije tristemente.
-No te preocupes, yo cambiaré eso ahora.
Me tiró en la cama y se subió encima de mí, empezó a besar mi cuerpo dejando chupetones y rasguños en mi espalda, mediante me excitaba más, bajé hasta su p*ne, y empecé a lamer su glande que era morado y muy grande y jugoso, haciendo que se arqueara de excitación, después lo introduje en mi boca, lo metía y sacaba rápidamente y le dejaba pequeñas mordidas, Austin me tomó de la cintura y se sentó, después me recostó en la cama lentamente e intentó meter sus dedos a mi v*gina, pero se le dificultó.
-No está lubricada- dijo mientras sacaba sus dedos y echaba algo de saliva en ella, después estimuló mi clítoris, haciendo que me excitara. Luego me cargó y me puso encima de su p*ne haciendo que se metiera dentro de mi vagina, yo podía sentir como punzaba y también sentí lo caliente que estaba, se sentía súper rico, saltaba encima de él con su p*ne dentro de mí mientras él tocaba mis senos con excitación. Después de algunos minutos haciendo esto, hubo un momento en el que ya no pude aguantar más, y sólo me dejé caer encima de él, sentí una gran sensación de alivio, y vi que Austin también. Había tenido mi primer orgasmo.
-Se siente bien, ¿Cierto?- me preguntó al ver mi cara de orgasmo.
-Sí, demasiado- dije con un rostro se excitación y jadeando.
-¿Quieres hacer algo más o quieres irte a dormir?
-Hay algo que siempre quise probar- dije con cara pervertida.
-¿Ah sí? ¿Qué?- dijo con intriga.
-"El perrito"- dije mirando su p*ne erecto.
-Oh, así que es eso, ¿Quieres hacerlo conmigo?
-¿Sabes cómo se hace?
-Claro, lo he hecho un par de veces.
-Bien, hagámoslo- dije.
Austin me hizo ponerme en cuatro patas, tal como un perro, y se colocó encima de mí en la misma posición, podía sentir su pesada respiración y su sudor caliente, era muy excitante.
Al estar el uno encima del otro y listos para la acción, dijo:
-¿Estás lista?
-Más que eso- dije con ganas de que comenzara.
-De acuerdo, comenzaré algo lento.
Y, diciendo esto, agarró su p*ne y lo metió suavemente a mi v*gina, y al estar adentro, comenzó a moverse hacia adelante y atrás, metiéndomelo algo lento al principio, yo lo disfrutaba bastante.
-Oh sí Austin, hazlo más fuerte, ¡más!- dije jadeante.
Austin comenzó a ir cada vez más rápido y duro, era delicioso, estábamos sumergidos en un mar de orgasmos, jadeos, sudor y excitación, y se sentía bastante bien.
En un momento dado, escuché que alguien tocó la puerta, y me detuve.
-Austin, alguien está tocando, será mejor que paremos- dije intentando recuperar la respiración.
-Tranquila, no hay nadie- y siguió dándome demasiado duro.
-¿Chicos? ¿Hay alguien ahí?- alguien tocó la puerta, y era una voz, muy parecida a la de mi madre.
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¿Quién creen que sea? ¿Creen que sean los padres de Rayita? :o

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