MAGNÍFICA OPORTUNIDAD

Capítulo 1

¿Han oído hablar de la ley de la atracción?
Se dice (según esta ley) que tus amigos, tus relaciones, tu trabajo, tus problemas y tus oportunidades han sido atraídos a ti por tu modo habitual de pensar en cada una de estas áreas.
Todo lo que en tu vida hayas atraído hacia ti, lo has hecho por la clase de persona que eres y especialmente por tu forma de pensar (positivo, negativo, pesimista optimista).
Según esta ley la gente feliz atrae a otra gente feliz. Como los pájaros de mismo plumaje yendo juntos en bandadas o como el frenético y poderoso imán con el que las almas gemelas se atraen.
No creía en esta ley, después de todo carece de respaldo científico y además la experiencia de la vida diaria tampoco la respalda. Eso creí, hasta que él llegó, hasta que me atrapó y me sostuvo, susurrando con su respiración entrecortada: "te tengo". Y al adentrarme en él me di cuenta, eso era lo que yo deseaba, deseaba tanto sentirme así, lo que me impulsaba a patinar en el frío hielo, lo que me obligaba a soportar los dolores musculares y las intensas caídas, lo que me llevó a pelear hasta más no poder para obtener la beca, lo que me llevó a salir de mi país e ir por más... era eso, exactamente eso, era él, él era mi... oportunidad.

Me llamo Camila Salazar, nací en Ecuador, en una ciudad costeña llamada Guayaquil. Mis padres se las arreglaron para poder criarnos a mis 2 hermanos mayores y a mí. Actualmente tengo 18 años, soy patinadora sobre hielo y acabo de ganar una beca completa para la academia de patinaje de Tokio, la beca dura 3 años y depende de esos años el llegar a la cima o caer en picada.

Empecé a patinar cuando tenía 6 años, gracias a la "generosidad" del gobierno, quien creo una fundación deportiva en la que los niños y jóvenes podían desarrollar sus talentos. Mi hermana era muy buena en el voleibol aunque solo lo tomaba como un hobby. Un día acompañé a mi mamá a recogerla después de su práctica y entonces la vi, una pista de hielo, pequeña, oculta en un cuarto acondicionado, no estaba en las mejores condiciones pero aun así me cautivó. Mi madre se dio cuenta de mi interés y en resumen en un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba practicando todos los días en la pista de hielo; las prácticas eran intensas, dolorosas, gastaban toda mi energía y al mismo tiempo sentía más viva.

Y pasó el tiempo, y después de tanto dolor, esfuerzo, caídas y demás, llegó una oportunidad para mí. A la edad de 11 años luego de haber practicado durante todos los días por 5 años sin ninguna oportunidad de participar en alguna competencia, la entrenadora Beatrice me llamó después de la práctica.

Mila quiero que compitas en el Gold Skate de este año, como bien sabes tengo que llevar un grupo de 3 personas, cada uno participará en la destreza que crea más conveniente según sus habilidades.

--- estuve esperando una oportunidad así por 5 años, mis padres sacrificaron muchas cosas para que yo pueda seguir patinando, la escuela a las 7 am y luego correr a el entrenamiento a la 1 pm, llegar a mi casa por la noche, el esfuerzo no fue solo mío, habían personas detrás de mí que también se esforzaban para que avance, estuve a punto de rendirme y ahora la oportunidad está frente a mí. Podía escuchar Beatrice hablando pero al mismo tiempo estaba pensando en todo estoy de repente comenzaron a salir ---

Qué rayos... qué pasa? Se supone que es una buena noticia por qué lloras? -- preguntó Beatrice

--- Juro que no podía parar de llorar, podrá sonar exagerado pero no tienen ni la maldita idea de cuánto ha costado seguir este camino, el dolor físico, el dolor mental, los costos que asumimos.. di un respiro profundo y le contesté --- Yo, yo.. yo pensaba.. pensé en dejarlo. Creí que no era lo suficientemente buena.. que debía enfocarme en entrar en a un colegio bueno y ayudar en mi casa..

Pff... se nota que tienes 11 años, a ver Mila todo este tiempo no te he dejado participar en ninguna competencia porque quería que estés bien preparada, en todas las áreas... eres buena en lo que haces, te falta mucho pero depende de ti lo que alcances, en este momento te estoy dando una oportunidad pero no puedo hacer más que eso.

¿A qué te refieres? --- logré decir con voz tenue.

Todo depende de ti, si subes o te caes depende únicamente de ti. Allá fuera, hay personas que van a quebrar sus huesos si es necesario para lograr su objetivo. ¿Qué estás dispuesta a sacrificar tú?

Todo... --- susurré, mi voz no salía como quería y estaba ansiosa, tenía algo de miedo encendiéndose en mí.

No logro escucharte...

--- Alcé mi voz --- Todo. --- dije y la miré, vi su ceño fruncido, no sabía si estaba ansiosa o asustada, pero compartíamos el sentimiento, después de todo nos habíamos apegado tanto en estos 5 años, Beatrice era como una tía para mí, como parte de la familia, incluso fue a mis cumpleaños, mi familia también la estimaba, así que... podía entender por qué su rostro lucía así.

Dilo con seguridad, con confianza, ten fe en ti misma, sé determinada!! !!!¿¿Qué es lo que darás, Camila?!! -- preguntó

Todo!!! Yo voy a darlo todo!!!

!Una vez más!!. ! Que la pista de hielo pueda sentir lo que sientes! Rompe el hielo! Dile lo que quieres!

Yo quiero darlo TODO!! No me voy a detener. Quiero más. Merezco más y sé que puedo!! Así que lo daré todo!! Quiero patinar y llegar a la cima! No quiero dejarlo! No lo dejaré! No lo dejaré! No lo.. dejaré!!!!!!!

Gracias a Dios ese día éramos las únicas en la fundación, nos habíamos quedado hasta tarde, así que nadie nos vio llorar y gritar como unas locas o al menos eso creí, hasta 7 años después cuando descubrí lo contrario. Sin embargo no me adelantaré en la historia. Para concluir ese día fue muy liberador y reconfortante, y resumiendo pues practicamos la rutina preparada para la competencia en Estados Unidos, para el Gold Skate en el Rockefeller Center de New York, practicamos durante 9 meses y luego partimos de viaje a finales en Octubre, antes de eso hubo una celebración por nuestra partida; en ese mes era el cumpleaños de mi madre y aunque no iba a poder estar con ella, al despedirme en el aeropuerto me susurró quiero mi regalo, la miré y me sonrió, se acercó nuevamente y me dijo no te pido que ganes pero tampoco quedes en último lugar, cuando regreses muéstrame una cara de satisfacción en tu rostro que me demuestre que lo diste todo sin arrepentimientos.

Le sonreí y dije ok... y seguí para abrazar a Nicole, una niña de cabello temiblemente rizado que conocí en la pista de patinaje, hemos sido amigas desde entonces --- yo diría que me llevo bien con todos en la fundación y en la escuela pero nadie como Nicole, es la persona más sincera y leal que conozco, hasta más que mis padres jajaja, lo siento mamá --- continúe abrazándola y llenándola de pequeños y melosos besitos que según ella no le agradan pero yo sé que sí.

Nos despedimos de todos y nos marchamos. Sin saber lo que nos esperaba, ni la remota idea de que al regresar no podría darle a mi madre el reglo que pidió.

Lo contaré todo en detalle.