911

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"Buenas noches, 911 ¿Cuál es su emergencia?"

La fuerte lluvia sonó a través de la línea.

—Ayúdenme—Se escuchó su voz temblorosa y algo distorsionada por sonido de la lluvia contra el pavimento.

"Cálmese, por favor. Necesito que me explique su situación"

—Mi novio—dijo sin respiración por los violentos sollozos que escapaban de su boca.

"Respire y explíqueme lo que sucede para poder ayudarlo"

—U-un auto. Hay mucha sangre...yo, no sé qué hacer, por favor—explicó con nerviosismo.

"Bien, necesito que se quede en donde esta. Necesito la dirección exacta de su ubicación"

—Yo...estamos en el puente del Río Han—respondió temblando por el frió que comenzó a calar por su piel debido a la ropa empapada.

"Bien. Le pido que no se mueva. Una unidad de primeros auxilios esta en camino. Por ahora voy a quedarme en la línea con usted, así que le agradecería que mantenga la calma y me explique lo que sucedió previamente al accidente"

—M-mi novio y yo salimos a dar un paseo—suspiró—Había comenzado a llover y a correr el viento. Su paraguas voló y fue hacia el, pero...un auto apareció de la nada y solo, él, solo paso—volvió a derramar lágrimas.

"¿Puedes describirme el color del vehículo que provocó el accidente?"

—Creo que, era negro—respondió a la pregunta.

"Muy bien. Mis compañeros de la unidad me informan que están llegando a su ubicación, así que le voy a pedir algo ¿Puede brindarme el nombre de su novio?"

—S-si—tembló de frió y a lo lejos pudo escuchar una sirena—Es Park JiMin.

"Por último, voy a necesitar su nombre"

—Soy, Min YoonGi.

"Muy bien, Min YoonGi. Su llamada al 911 ha sido registrada y su novio será atendido de inmediato en el hospital más cercano"

—Yo, gracias por la ayuda—murmuró mientras miraba el rostro pálido del menor.

"No hay de que, es mi trabajo. Y YoonGi, todo estará bien" Y colgó.

[***]

—YoonGi, tienes que comer—Su madre entró a su habitación con un tazón de sopa de algas entre sus manos. Le miró bajo su escudo de sabanas y le dió una triste sonrisa—Cariño, mira como estas. Luces como un panda, uno muy gruñón—Le sacó una pequeña risa.

—Gracias mamá—miró un punto fijo en el suelo y luego fijo su vista en ella, la cual se llenó de lágrimas de nuevo al ver su madre. Esta sintió su corazón encogerse y se apresuró a la mesita de noche. Depositó el tazón sobre la madera y se sentó en la orilla de la cama para abrazar a su hijo, el cual lloró con fuerza sobre su pecho.

—No es tu culpa, cariño—Le dijo la mujer con voz temblorosa, contagiada por la tristeza de su primogénito.

—No debimos de haber salido, yo, solo—Su lengua se enredó y su cabeza comenzó a doler.

911 | YM | OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora