Cap II ||Avizorar al demonio.

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Le gustaba los toques elegantes del edificio, se dedicaba a observar todo a su alrededor mientras la chica de la recepción se encargaba de revisar los datos de Jong Woo y buscaba la llave de su apartamento.

―Aquí está, en el tercer piso el 202, espero sea de su agrado ― La chica le entrega la llave con una sonrisa amable, claramente forzada ya que es parte de su trabajo, pero Jong Woo de igual manera responde al gesto y toma la llave. Camina hacia el ascensor donde espera un poco hasta que llegue, una de sus maletas es más pesada quizás debió dejar algunas herramientas en casa no es como si las vaya a utilizar todas de una vez; entra en el ascensor y en cuestión de segundos ya se encuentra en el tercer piso del lugar, arrastrando las maletas por el largo pasillo hasta dar con el que le corresponde.

Busca en su bolsillos la llave que recién le entregaron y se dispone a abrir la puerta siente como algo golpea en su zapato, así que baja la vista al suelo y se encuentra con que fue una pelota de tennis la que lo había golpeado, cuando levanta la vista en busca de donde había venido la pelota... del ascensor salía un hombre de cabello un poco largo y piel muy clara, la piel de Jong Woo se erizo al instante era una sensación rara ¿miedo? ¿admiración? No sabia muy bien, aquel hombre se acercaba a él con un rostro sereno, su cerebro no tardó en recordar aquella mirada, era el pianista de la noche anterior.

―Disculpa, venía jugando y cuando tiré la pelota no me percate que el ascensor estaba por abrirse. ―Le dijo con una sonrisa avergonzada y se agachó a recoger la pelota, la voz de aquel hombre era grave.

―Está bien. ―Respondió viendo como el hombre empezaba a rebotar la pelota del suelo a su mano. Jong Woo se volteó y le dio la vuelta a la manecilla.

―¿Eres nuevo por aquí? ―le interrumpió al ver las maletas de esté, la pelota seguía provocando un pequeño sonido al chocar con el suelo. Jong Woo apretó la manecilla y empujó suavemente la puerta dejando que se abriera ella sola, la presencia del tipo le molestaba por algún extraño motivo.

―Si, como ves, acabo de llegar. ―respondió con tono tosco.

El pianista sonrió y detuvo la pelota, lo cual Jong Woo agradeció internamente. ―Ya veo, entonces bienvenido ― extendió su mano esperando que la otra persona respondiera su saludo. ―Soy Seo Moon Jo.

Jong Woo sostuvo su respiración un instante, ¿era el pianista su objetivo? Tendría que verificar el rostro del tipo cuando estuviera dentro de su habitación, pero esto hizo que tuviera un cambio de actitud con brevedad hacia la persona a su lado.

De pronto una sonrisa de lo más atenta se mostró en el rostro del asesino, si ese tipo frente a él era el objetivo le conviene crear un acercamiento con él para así poder investigar más de cerca. ―Muchas gracias, Jong Woo para servirle.

Terminó estrechando la mano del contrario, ambas personas sonrían en ese momento con pensamientos diferentes. Pero el pianista optó por soltar la mano de Jong Woo primero, luego comenzó a buscar algo en su bolsillo, parecía ser las llaves de su apartamento.

―Cuando necesites de algo, no dudes en pedir mi ayuda, puedes venir a mi puerta en cualquier momento.

Decir que la sonrisa del asesino era notoria era poco, al escuchar esas palabras justo en ese momento danzaba feliz en el interior, la persona frente a él, era uno de los objetivos con el que, el acercamiento había sido más fácil, si este hombre le abría las puertas así de simple le facilitaba el trabajo para poder investigarlo de cerca, "la amabilidad trae problemas" pensó el asesino, y a el pianista le acababa de llegar uno muy especial.

―Gracias nuevamente, igual si necesitas algo y puedo ayudar no dudes en decirme.

La persona sólo asintió, rebotó una vez la pelota de tennis sin voltearlo a ver, entrando a su apartamento y cerrando la puerta sin más ¿a que se debia ese cambio de actitud? El asesino se quedó estático ¿será que notó la falsedad de Jong Woo? Esperaba no fuera así, tal vez sólo tenía cosas que hacer. Sin más el asesino decidió entrar también.

The pianist devilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora