Pesadilla en el infierno

One-shot

—¿Naruto hiciste lo que te dije?—preguntó Kushina al rubio que se encontraba jugando con su celular.

Kushina era una mujer cariñosa, alegre y muy hermosa, de largos cabellos rojos y mirada violeta, su temperamento era de temer.

—Si—respondió Naruto sin tomar atención a la pelirroja.

Naruto era un chico de 17 años, rubio de ojos azules, en cada mejilla tenía tres adorables marquitas que parecían bigotes, su personalidad era entusiasta y sonriente.

—Naruto, deja de estar con el celular todo el tiempo—le regaño la pelirroja al rubio.

—No te molestes en intentarlo, madre—habló Deidara entrando a la sala con una caja en las manos—Te apuesto que ni te escucho ¿Verdad Naruto?

Deidara, hermano mayor de Naruto, tenía los mismo rasgos que Naru a excepción de las marquitas, su cabello rubio era largo atando a una cola alta, dejando caer un mechón.

—Sí—contestó el rubio concentrado en el juego.

—Naruto—hablo amenazante la pelirroja

—¿Hum?

—¡Naruto!

—¡Eh! ¿S-si? —preguntó sobresaltado tomando atención a la pelirroja.

—Deja ese aparato y ayuda con las cajas

—¡S-si, ya voy! —en un par de segundo Naruto dejo el celular y empezó a ayudar con la mudanza.

La pelirroja suspiro cansada.

—Por cierto madre, ¿dónde estas nuestras demás cosas?—preguntó Deidara.

—No lo sé, llame a la compañía y no me han respondido la llamada—respondió preocupada la pelirroja.

Deidara puso su mano en el hombre de Kushina, para tranquilizarla.

—Todo estara bién, seguro mañana llega el camión.

—Sí. Debo de dejar de estresarme por todo.

El rubio solo sonrió.

—Naruto se ha tardado mucho, iré a ver que está haciendo—la pelirroja sólo asintió, Deidara salió y vio a Naruto viendo fijamente hacia el bosque.

Con cuidado de no hacer ruido se acercó y le tocó el hombro, Naruto salto asustado.

—¿Qué haces, Naru-chan? —preguntó inocente, con una sonrisa al ver la cara de miedo que tenía el rubio.

—¡Dei! no me des esos sustos—reprochó el blondo, con un mojin en los labios, Deidara se enternecio por la ternura que desprendía su hermano.

—Dime, ¿qué estás viendo?—preguntó curioso.

La expresión de Naruto cambió a una sería y un poco temerosa—Escuche un ruido, el ruido de los arbustos moviéndose... como si alguien se encontrará ahí—señaló a unos grandes arbustos.

—Ay baka—se rio el de cola de caballo, Naruto le dio una mirada molesta—Nuestro único vecino se encuentra a unos treinta kilómetros, seguro fue un animalito—hablo tranquilo.

—No lo sé, Dei.Tengo un mal presentimiento... esta casa me da escalofríos—confesó con un tinte de miedo en su voz.

—Naruto tal vez sea porque es vieja, no hay nada que temer. Al menos que un animal salvaje nos ataque—dijo burlon haciendo enojar al rubio.

—Dei esto es en serio, siento la misma sensación cuando ocurrió el accidente de papá—dijo con pesar y triztesa.

Deidara al ver a Naruto tan preocupado el también se preocupó.