Capitulo II: El Inicio de la Pesadilla

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CAPITULO II:
"El Inicio de la Pesadilla"

— ¿B-Bromeas? — Sunny dijo, asustada. ¿Que tal si había visto un fantasma? ¿Que tal si se estaba volviendo loca? Tenia que saberlo.

— Si. — Star sonrió, luego sacó un paquete de galletas de su mochila y tomó un bocado. — Se llama Jeong, le gustan los libros, es de Corea, no de China por que eso es racista. — Star respondió.

— Oh, wow. ¿Como sabes todo eso? — Sunny respondió, sorprendida. — ¿Acaso lo investigaste o algo así?

Star guiñó el ojo. — ¿Y por qué tanto interés en este chico, Sunny?

— Solo tenía curiosidad. — Hay que entrar, nos estamos quedando atrás. — Sunny le dijo a Star, y ambas entraron a la mansión.

Los otros estudiantes se encontraban conversando. La mucama que nos había recibido hace rato se encontraba un tanto lejos de la multitud, como.. si los estuviera analizando, con una mirada llena de preocupación.

"Una de las cosas que más me sorprendieron de la mansión Epsilon fue la mucama. Ha estado en esta mansión más tiempo que nosotros, y cada segundo en el que interactuaba con nosotros mostraba cierta incertidumbre. ¿Sabrá algo que nosotros no?"

— Uh, señorita. — Bree se acercó a la mucama delicadamente. — ¿Que esperamos?

El aula se llenó de silencio por unos segundos. Se podía escuchar el fuerte sonido de alguien caminando con tacones por el suelo de madera.

—  A la señora de la casa. — respondió.

Justo frente a la entrada se encontraban unas largas escaleras, de las cuales, comenzó a bajar una mujer, a quien correspondía aquel sonido de tacones.

"Aquella mujer tenia una apariencia misteriosa. Desde su largo vestido negro, hasta sus altos tacones. Su cabello dorado le llegaba hasta los hombros, y sus ojos eran escondidos por unos redondos lentes oscuros. Cualquiera pudiera decir que esta mujer irradiaba autoridad, y miedo."

Se quedó parada a la mitad de los escalones. — Buenas tardes. — Saludó cordialmente. — Soy aquella a quien deberán referirse como "la directora". — Continuó lentamente bajando los escalones. — En esta casa solo hay dos reglas. No diambulen por la casa después de las 12am, y no entren al ático. Si siguen esas reglas, verán que nos llevaremos muy... bien. — Sonrió, y camino hacia la entrada.

— No esperen verme mucho tiempo por aquí, soy una ocupada mujer de negocios, y no puedo atender a los invitados. Pero ahí está la sirvienta, por si quieren algo. — Abrió la puerta.

— Bree, cariño, estás a cargo. Bienvenidos a Bellwood. — salió de la mansión.

Todos comenzaron a susurrar, aparentemente sobre Bree y de como la directora la había dejado a cargo, ¿acaso ya se conocían?

— Escuchen estorbos, harán lo que yo les diga, ¿entienden? Yo estoy a cargo, por que soy muuuucho mejor que ustedes. ¿Oíste, Star? — Bree sonrió.

— ¿Y si no qué? — Una chica surgió de la multitud. Haciéndole frente a Bree.

"Aquella valiente chica me sorprendió. Aparentemente, no muchas personas estaban a favor de la personalidad de perra de Bree, aparte de Star y yo."

— Si no lo hacen voy a decirle a la directora que han roto toooodas esas reglas. — Bree sonrió. Sabia que ya había ganado.

La chica solo se regresó a la multitud, con los brazos cruzados.

— Bien. Sirvientonta, ¿nos muestras nuestros dormitorios? — Bree le exigió, tronandole los dedos. — ¡Apúrate!

— Si, si.. por el ala este de la mansión, en la tercera puerta. — La sirvienta respondió.

Todos siguieron a la mucama hacia los dormitorios, los cuales consistían de un largo pasillo con varias puertas.

— Deberán dormir de dos en dos, para que alcancen todas. — La sirvienta explicaba, pero fue interrumpida por Bree. Ella se metió a una habitación sola y cerró la puerta de un portazo.

Star rápidamente tomó el brazo de Sunny. — Yo contigo.
Sunny rió. —¿Con quien más me iría?

Ambas se metieron a una habitación, y comenzaron a acomodar sus maletas.

"Era una habitación de buen tamaño. Había dos camas, unos tantos muebles para guardar nuestras pertenencias, una gran ventana con una hermosa vista a el bosque.

En otra pared, había una pintura. No pude evitar tomarle foto. Era abstracta, pero si la analizabas bien, sabrías el verdadero significado. O al menos yo quisiera pensar eso."

De repente, alguien tocó su puerta

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De repente, alguien tocó su puerta. — Star, ¿abres? — Sunny le preguntó, mientras ella analizaba la pintura.

Star respondió roncando, acostada en una cama.

Sunny suspiró y se acercó a la puerta. Al abrirla reconoció quien era al instante. Era el chico que habían visto anteriormente. Pero ahora estaban frente a frente.





— ¿Eres Sunny, verdad?

Midnight [en progreso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora