EXTRA

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Estoy muy cansado, ha sido un día agotador y lleno de nervios. Mi pequeña, que ya es toda una mujer, deja la casa para irse a estudiar a la Universidad. Yurena decidió estudiar en EE. UU., es una alfa, fuerte, decidida, amable, divertida e independiente. Quiere ser abogada y luchar por los derechos de los omegas y su protección.

Sentía como si mi corazón se rompiera, cuando la vi dirigirse tan tranquila hasta la zona de embarque, trate de ser fuerte y no llorar, para no amargarle la ilusión que le hace el camino que ha escogido.

Salgo del baño, con el pijama puesto, pienso en acostarme en la cama, Aitor está en casa de Rudy, con Sergio, últimamente están inseparables y pasan casi todos los fines de semana juntos, su amistad es muy estrecha, aunque les separan cuatro años. Aitor con sus quince años, hace lo que quiere con Sergio en sus diecinueve.

—Aquí estás, ¿vas a acostarte?

—Hola Juan, estoy muy cansado.

—Ven deja que te abrace.

En cuanto mi alfa me rodea con sus brazos, mi cuerpo se relaja y comienzo a llorar dejando salir toda la angustia que me crea el que mi pequeña ya no viva cerca de nosotros.

—Todo irá bien. Es una chica fuerte, lista, cuidadosa. No estés tan triste.

—No puedo evitarlo, es nuestra pequeña.

La lengua de Juan empieza a acariciar mi mordida, enviando por todo mi cuerpo tranquilidad y amor, deja salir algo de sus feromonas que hacen que me vaya calmando y se me pase algo de la ansiedad y angustia que siento.

Me aferro fuerte a él y busco sus labios. Me pierdo en su beso, profundo, intenso, lleno de amor y deseo. Su cuerpo me embruja y me llama, hace que desee más y más de él. Me acerca a la cama y se sienta, para cogerme entre sus brazos.

—Juan, amor mío, gracias.

Lleva estos meses atrás animándome. Sabe lo duro que era para mí dejarla ir, me ha tranquilizado, cuidado, ha estado ahí evitando que le dijera nada malo a la niña o negativo sobre su decisión. Gracias a su ayuda, hoy pude dar una buena despedida y sentirme una gran madre.

—Oliver, has cambiado mucho. Ahora expresas tus sentimientos, no le temes al amor y dejas que te ayuden. Te has portado muy bien, tienes que ser fuerte y acostumbrarte a que no esté con nosotros.

—Lo sé, tendré que no llamar cada día y no agobiarla. Te pediré ayuda para no fastidiar a Yurena.

—Eres una gran madre, estoy muy orgulloso de ti.

—Sabes, como siento mi corazón tan triste, creo que mi alfa debería hacer algo para llenarlo de alegría.

—Este alfa se sentirá completamente feliz de colmar las necesidades de su hermoso omega.

Le quito la camiseta sin perder tiempo. Como me gusta ver y lamer su cuerpo, tan hermoso y caliente. Me pierdo en el deseo de devorar cada parte de su cuerpo. Su olor me va encendiendo mientras mi boca necesitada traga y succiona su gran dureza.

El sexo oral es algo que enciende a Juan en segundos, ya siento como me desnuda y coloca mi cuerpo para su boca comenzar a dar placer a mi pequeño pene. Sus dedos se pierden en mi interior haciendo que el placer me haga jadear y pierda intensidad en la mamada.

—Suelta Oliver, deja que te penetre.

—Entra ya, te quiero muy dentro.

Me siento sobre él, dejando que su enormidad me vaya atravesando. El placer que me recorre es fuerte, caliente, húmedo y salvaje. Mi cuerpo se mueve y hace que se clave en mí con fuerza, tan profundo como pueda, le veo gemir y sus ojos llenos de amor y deseo hacen que mi corazón lata más y más rápido.

—Te amo, te amo tanto.

Caigo sobre él para dejar que mi lengua se enrede con la suya, sus manos me aferran haciendo que nuestros cuerpos giren y quede bajo él, ahora su cuerpo lleno de vigor y deseo me empotra haciendo que lo sienta más dentro de mí, sin casi poder respirar me lleva de un orgasmo a otro.

El dormitorio está lleno de nuestro olor, la excitación va en aumento, mi alfa quiere aliviar mi triste corazón a orgasmos. Lleva horas insaciable, me duele la garganta de gemir y gritar de placer, la piel la tengo totalmente sensible de la excitación y mis caderas, traicioneras no paran de moverse en busca y captura del placer que encuentra en esa dura vara que me quema en lo más íntimo.

—Alfa, mí alfa, así...maaasssssssss...como me gusta.

—Deja tu lindo culo en pompa, así, deja la nuca expuesta, mi lindo omega.

Sigue chapoteando en mi interior cuando sus colmillos se clavan en mí, nos recorre un nuevo orgasmo que nos deja jadeando. Siento la gran cantidad de semen llenándome mientras nuestras caderas no paran de buscarse.

—Ahhhhhhhh...tan bueno...esto me gusta.

—Eres tan lujurioso e insaciable.

—Es por ti, lo causa mi alfa, mi alfa me hizo así.

—Tu alfa está muy feliz del maravilloso omega que tiene.

Ahora me tiene abrazado de cara a él, sus labios se apoderan de los míos, me embiste con más suavidad, como si quisiera aplacarme, ofrecerme su amor y ternura. Mientras nos mecemos mis ojos se llenan de lágrimas que él limpia.

—Eres una muy buena madre. Aunque ella no esté aquí sigues siendo su mamá, ya verás que te llama todos los días, aunque no le dijiste nada.

—También eres un padre maravilloso.

Nos besamos y acariciamos. Aunque los niños van creciendo y dejándonos para hacer su vida, los hemos educado bien y nos tenemos el uno al otro. Mi corazón está lleno y desbordado de amor, mi marido alejo la tristeza de él. Nos abrazamos y besamos mientras sigue y sigue golpeando mi profundidad sin parar.


FIN


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Espero guste este extra.

Viene por petición expresa de @PiilarziithaKim.

Muchas gracias por sus comentarios, me hacen muy feliz.

Un saludo y ya nos leemos.

No deseo amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora