Uᥒιqᥙᥱ Pᥲrt

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-漫~*'¨¯¨'*·舞~

Olor α durαzno

-漫~*'¨¯¨'*·舞~

¡Oh, que buenos reflejos! Me servirán mucho...

Noto su sonrisa de oreja a oreja al verle directamente a sus orbes azulinos mientras el más alto mantenía su postura con total firmeza que le pareció algo atemorizante, perplejo, comprendió lentamente que aquel hombre sería el próximo con quien compartiría vivienda los próximos meses.

Era caótico, claramente al saber la posición en la que era genéticamente creado, sabiendo que compartir un espacio con un alfa de categoría muy sofisticada, lo hacía verse muy minimizado en esa sociedad liderada por grandes fuerzas descomunales en el mismísimo siglo XIX; después de conocer el carácter soberbio y engreído de su compañero, entendió que su mente era lo suficientemente cognitiva para estar albergando esos sentimientos aberrantes —como los solía llamar— que nublaban su lúcida intuición. No parecía tener algún interés amoroso por ninguna circunstancia, mantenía al margen sus impulsos incluso cuando creía tenerlos, no conversaba de su persona haciendo que creyera que no tenía algo interesante que contar que no sea de su posición como detective asesor y sus inmaculados casos como tal. Sin embargo, mantenía algo de humanidad extrañamente oculta que el mismo Doctor Watson parecía percibir muy poco, aún así Sherlock Holmes se excusaba normalmente sin mostrar un ápice de su "error" emocional.

Era un sociópata altamente funcional a todo su esplendor.

—¡Doctor Watson, buen día! —el hombre lo saludó al reconocerlo cuando se detuvo la carroza frente a él y dejando ver el rostro reconocible del inseparable amigo del famoso detective de Inglaterra. El mencionado al recibir tal saludo lo regresó con una sonrisa apoyando su brazo en la ventanilla.

—¿Como va The Strand Magazine?

—Dando frutos, de no ser por sus armoniosas palabras en su libro señor, no estarían vendiéndose como pan recién horneado por un soberano —el beta que vendía periódicos en la esquina de la calle frente a Baker Street le dio el visto bueno al libro escrito por el Doctor Watson— ¿habrá un asesinato el próximo mes?

—Déjeme consultar con las fuerzas criminales —hizo un ápice de guasa alborotando el deseo del vendedor al preguntar por Holmes, obviamente fue en especial discreto en golpear sutil al doctor para que pudieran continuar con la ruta designada— buen día —se despidió elevando su sombrero de bombín para decirle al cochero que siguiera el camino.

—¡Buen día para usted doctor y también usted, señor Holmes!

Al ir en el traqueante vehículo que se abría paso en las calles de Londres donde se encuentran los holgazanes y zánganos del imperio inglés, y su amigo, el señor Holmes, estaba mirando de reojo por la ventanilla las personas pasar por el borde del acera impacientes por adelantar al siguiente; con gran preocupación, la señora Hudson apareció en la pieza de la entrada principal con los números "221B" clavados en la puerta indicando la llegada del detective con gran apremio. Habían llegado algo tarde al recibir algunos de los recados que por telegrama fueron exigidos por la casera.

Y cuando cumplieron lo ofrecido en su telegrama, Holmes y Watson se dignaron a dirigirse hacia su cómodo espacio y dedicar las próximas horas a conversar en la intimidad de su compañerismo...

—Me permito disentir mi querido Watson, el cuerpo de el varón Conrad fue encontrado a pocos kilómetros de su residencia, según pude deducir fue apresado en su vivienda en la madrugada de ayer intentando escapar de su asesino. Lo que no se esperó es que hubiera un segundo esperando en Dean Street impredecible, pero esperado. Un omega vengativo intentando que pagara por sus crímenes —el alfa se molestó en responder la explicación que su amigo había hecho omitiendo algunos datos relevantes en esa investigación, su mano llevando su pipa a la boca para darle una inhalada mientras miraba a su compañero quien hizo un mugido y separando su pipa.

𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕 𝒂𝒕𝒕𝒓𝒂𝒄𝒕𝒊𝒐𝒏 ; shjᥕ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora