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—Cuando caminas bajo la lluvia sueles pensar mucho en los típicos posibles e ideales resultados, si esa persona era para ti, si alguna vez pudieron estar juntos como algo especial, si podrían ser la risa del otro, pero dime, ¿Has pensado que pasaría si solo tuvieran una noche para despedirse de todo eso que soñaban? — el chico de menor altura al lado se tensó ante la pregunta.

—Sabes todo lo que me gusta, considero que sabes lo que me gustaría hacer esa noche. — respondió en un solo aliento.

—Doyoung hyung, no podemos platicar viendo las estrellas empapados en el parque hoy, sabes que debo irme mañana. — responde el más joven.

—Dijiste que mientras tu existieras yo jamás estaría solo...— reclama. —Confié en ti, pero tal como todos, me dejaste.

—Oye, sabes que no era mi intención y sabes también, que ya no puedo hacer nada más por cumplir mi promesa. — el mayor suspiró a su lado y dijo.

—Jungwoo, pudiste haberme besado ayer, antes que todo eso pasara y ahora tengas que irte. — susurra.

—Hyung, en serio lo lamento, y es peor porque ya no puedo hacerlo más, pero te puedo decir, que besarte era lo que más quería, aunque los planes del destino fueran otros. — dijo el más alto mirando sus pies y los empapados pies de su acompañante, quién suspiró y secó lo que podrían ser lágrimas y lluvia.

—Sabes, me siento un poco aliviado que tu madre me haya prohibido ir a tu funeral, no hubiera soportado eso, verte allí conmigo y verte en un ataúd tan frío... Gracias por venir conmigo. — decía con la voz cansada.

—¿Y si vamos al parque? Está lloviendo ahora, veamos las estrellas, cambié de opinión. — el mayor asintió. Los pies de ambos que se dirigían a la soledad de la casa que antes compartían, se movieron hacia el parque cercano a esta, era tarde y faltaban pocas horas para la medianoche, para la partida del pelinaranja. Al llegar, se sentaron en una banca, miraron al cielo y pudieron ver estrellas, eran pocas, pero se agradecían. En el silencio sepulcral, Jungwoo comenzó a hablar. —Doyoung, no quiero que me recuerdes a partir de hoy como algo triste, menos quiero que me sigas. Quiero que llegues a dónde siempre quisiste, que tengas nuestra casa muy bonita y cálida tal como cuando la conseguimos para ir juntos a la universidad. — las lágrimas del mayor de alguna manera se sentían diferentes a la lluvia en su rostro completamente mojado, y su cabello en su rostro lo hacía lucir muy débil en ese momento. —Quiero que sepas que siempre fui tu amigo, uno que te amó con todo lo que tuvo en su corazón y uno que fue idiota para confesar que te amaba tanto. Consigue a otro compañero de cuarto, a un novio también, o si quieres una novia, incluso puedes adoptar un cachorro, yo estaré feliz por ti. Sabes que era mi momento de irme, y si yo lo hubiera sabido, te hubiera besado innumerables veces, cada que quisiera, pero no puedo hacerlo ahora. — giró a verlo y con su mano a pesar que físicamente no podría sentirlo, acarició la mejilla del otro, quien sólo se estiró hacia él y lloró sin disimulo. —Te prometo que fuiste lo último que vino a mi mente antes de suspirar por última vez, me gustaría haberte dado todo, tú siempre estuviste salvándome la vida y haciéndome favores, pero estaba enfermo y debes comprender que no somos realmente dueños de nuestra vida, así que no te enojes con ella. Mi alma te ama tanto que ha decidido venir contigo hasta que la noche acabe, pero prometo que en la eternidad te espero y te buscaré en tu momento. Por favor ama cuánto puedas a todos, nunca has estado solo. — finalizó suavemente, Doyoung no sabía qué decir, podrían creer que era un episodio en su mente, pero él estaba seguro que no era así, que la mano que Jungwoo tenía en su rostro, la estaba sintiendo y que quemaba en su corazón.

—Nunca creí que terminaríamos así. — dijo apartando la mirada del chico alto y viendo su reloj, 11:58 pm. —¿Podrías quedarte un poco más? — sollozó, el menor lloraba y sus ojos brillaban en la oscuridad, lentamente negó.

—¿Puedes hacerme un último favor? — el mayor asintió rápidamente y Jungwoo sonrió. —Cierra los ojos. — lo hizo aunque juraba poder verlo aún así, repentinamente sintió algo raro, era un tipo de presión en sus labios, no sabría describirlo, era una energía muy fuerte y sintió lo más lindo que habría experimentado en su vida. Un beso de Jungwoo, podía ver la escena con los ojos cerrados, estaba siendo espectador de su propia vida. El menor se alejó y dijo. —No abras los ojos, cuando los abras, me habré ido.

—Buenas noches, amor. Duerme bien. — fue lo único que respondió. Jungwoo se levantó y comenzó a caminar, dando la espalda al chico en la banca con los ojos cerrados, llorando, pero habiendo hecho feliz a su corazón por un bello momento que se grabará en su alma.

A la mañana siguiente, Doyoung se despierta, en la misma banca, aún mojado y viendo al cielo totalmente diferente al del día anterior, un día nublado, ahora estaba soleado y hasta era increíble que así fuera luego de la tormenta, los pájaros volando de sus nidos y todo pareciendo totalmente libre, al parecer el cielo estaba feliz.

No quiso recordar lo sucedido la noche anterior, así que solo se sentó, ni siquiera recordaba como terminó durmiendo allí, se levantó y al hacerlo, cayó al suelo algo, la cosa que realmente le hizo llorar y recordar, una pluma tan hermosa, blanca y pura, que incluso parecía...

La pluma de un ángel que cayó al despegar.

La tomó con cuidado entre sus manos y caminó a casa, llegó a la puerta y abrió, cerró detrás de él y miró el panorama, estaba solo, pero no se sentía frío. Colocó la pluma en la mesita de noche y finalmente se recostó, necesitaba descansar luego de todo, mañana tendría que continuar y poner un poco de orden en su vida.

goodnight 'n go • 𝓭𝓸𝔀𝓸𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora